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El vegetarianismo no es un paso intermedio para los animales

¡Derechos Animales ya! - El vegetarianismo no es un paso intermedio para los animales- El veganismo es la base de los Derechos Animales
El vegetarianismo es una dieta que promueve la explotación animal. No es un paso intermedio para avanzar hacia el veganismo ni permite defender los Derechos Animales.

¿Qué es el vegetarianismo?

El vegetarianismo, del latín «vegetus» (saludable), es una dieta muy antigua que rechaza los tejidos muertos de animales al considerar su consumo como «poco saludables». Al contrario de cuanto cree mucha gente, no existe ninguna relación etimológica entre el vegetarianismo y el consumo de vegetales.

Un vegetariano, por definición, puede consumir productos derivados de la explotación animal, tales como la leche, la miel o los huevos. El pescado —tejidos de peces muertos— no sería apto para un vegetariano, sin embargo, muchos vegetarianos lo consumen al considerar, erróneamente, que el concepto de «carne» sólo aplica a animales mamíferos o terrestres.

Muchos humanos han sido y son vegetarianos por razones propias y utilitarias, tales como para mejorar su salud o por la creencia de que, al suprimir el consumo de carne, ayudan al medio ambiente o a combatir el cambio climático. Detrás del vegetarianismo puede existir un componente ético: la preocupación hacia el trato y la muerte de los animales. Si bien, existe una grave contradicción cuando se pretende respetar las vidas de los animales y, al mismo tiempo, se participa en su esclavitud y explotación.

Partido Vegano - Vaca lechera con una ordeñadora mecánica - La leche y la dieta vegetariana
El vegetarianismo implica víctimas. En la fotografía tenemos a una vaca de la industria láctea, seleccionada artificialmente para la producción de leche, conectada a una ordeñadora automática para extraerle unas secreciones que sus crías nunca probarán (si siguen vivas).

Una confusión histórica

Por antecedentes históricos y el gran número de pensadores e intelectuales que fueron vegetarianos, la sociedad ha asociado indebidamente la dieta vegetariana con el animalismo. Se trata de una confusión categorial; pues lo primero responde a una dieta asumida por causas multifactoriales y, el segundo, a una serie de motivos éticos, incompatibles entre sí, enfocados en la situación de los animales y las acciones que ejercemos contra o respecto a ellos.

Dentro del movimiento animalista existen tres corrientes diferenciadas: proteccionismo, bienestarismo y veganismo. Recomendamos leer otros artículos para ahondar en las enormes diferencias entre estos conceptos.

Un vegetariano puede englobarse dentro del proteccionismo si sigue una dieta vegetariana por razones ecológicas y puede situarse dentro del bienestarismo si suprime el consumo de carne por el «maltrato animal» existente o por las prácticas ejercidas en la ganadería industrial.

Pocos vegetarianos se paran a analizar, con honestidad, cuáles son sus razones para serlo. Si alguien sigue una dieta vegetariana por su propio bien, esta persona no presenta ninguna mentalidad distinta para con los animales en comparación con el resto de la sociedad. En cambio, si alguien es vegetariano porque desea respetar a los animales, entonces debe entender que el vegetarianismo no es un paso intermedio para salvar animales, ni para llegar al veganismo ni para defender los Derechos Animales.

Partido Vegano - Gallinas ponedoras hacinadas - Los huevos y la dieta vegetariana
Las gallinas ponedoras pertenecen a una raza modificada para poner 100 veces más huevos de lo que su cuerpo es capaz. El vegetarianismo promueve y financia la crianza de gallinas, su hacinamiento, la trituración de pollitos macho y su muerte prematura por distintas patologías relacionadas con una descalcificación crónica.

El vegetarianismo promueve la explotación animal

El vegetarianismo establece, arbitrariamente, que ciertas formas de explotación animal sean legítimas. Rechazar el consumo de carne —cadáveres— no evita la crianza, manipulación y asesinato de animales si el consumidor financia que tales animales estén esclavizados y explotados para obtener productos de derivados de sus cuerpos.

Los vegetarianos suelen ignorar —y a algunos les da igual— que los animales explotados por su leche, miel, huevos, entre otros, padecen una vida igual o más miserable que otras víctimas animales y que terminan en el mismo matadero para experimentar una muerte igual o más agónica que la de aquellos animales destinados para carne. Como he explicado en otros artículos, el consumo de lácteos, miel y huevos requiere la domesticación, inseminación, selección, coacción y asesinato sistemático de tales animales para permitir, mejorar o rentabilizar la producción.

Como ejemplo flagrante de que el vegetarianismo promueve la explotación animal cabe señalar un hecho real de nuestros días: la Vegetarian Society de Reino Unido se asocia con diversos explotadores para vender de leche de cabra para perros provenientes de «vegetarianos concienciados».

Rechazar únicamente el consumo de carne por razones éticas implica una reflexión ética superficial: sólo se percibe la sangre y la muerte directa de animales como algo erróneo mientras se fomenta que éstos u otros animales tengan el mismo destino. Ser vegetarianismo se reduce a una cuestión sentimentalista; no de justicia universal.

Partido Vegano - Abejas explotadas para la obtención de miel - La miel y la dieta vegetariana
Las abejas, como otros animales, son también seleccionadas, manipuladas y coaccionadas para producir miel que luego se les robará. El ser humano no duda en matar a las abejas reinas o practicarles distintas operaciones con la finalidad de controlar la producción.

El vegetarianismo no es un paso intermedio para el veganismo

Una de los argumentos falsos y falaces más repetidos consiste en afirmar que el vegetarianismo es un paso intermedio para llegar al veganismo.

Este argumento es falso porque, según estudios científicos, no existe una relación causal entre suprimir el consumo de carne y que el individuo adquiera una mayor voluntad para hacerse vegano. Y es falaz porque no considera el hecho real y evidente de muchos de quienes hoy somos veganos nunca fuimos vegetarianos.

Alguien da al paso hacia el veganismo cuando entiende que los animales merecen respeto. El vegetarianismo no promueve el entendimiento ni la comprensión de que los animales merezcan respeto. Si acaso, la única ventaja práctica del vegetarianismo radica en que el consumidor busca nuevas alternativas y se acostumbra a nuevas recetas.

Más allá de ese punto, ambos conceptos se refieren a categorías muy diferentes. El vegetarianismo sólo alude a una dieta que valida la explotación animal. El veganismo se refiere a un principio ético que evita cualquier atisbo de explotación animal por razones éticas hacia los animales. Uno puede ser vegetariano por su propio interés; pero nunca vegano. Uno puede tener una dieta 100% vegetal; pero eso no lo convierte en vegano.

Si el vegetarianismo fuese un paso intermedio para el veganismo, todos los vegetarianos llegarían a ser veganos, tarde o temprano. Y no, esto no ocurre en la mayoría de los casos. Por no mentar la ingente cantidad de vegetarianos que dejan de serlo y vuelven a consumir carne. Por ende, no, el vegetarianismo no es un paso intermedio; es la persona quien da ese paso por un conjunto de razones éticas que ha entendido por sí misma. El paso intermedio responde al llamado «principio humanitario».

Promover el vegetarianismo bajo el argumento de alcanzar el veganismo sería equivalente a promover los azotes a mujeres para evitar las violaciones o lapidaciones. Todos entendemos que matar a alguien es peor que pegarle. Sin embargo, esto no significa que esclavizar y violentar pase a ser correcto temporalmente mientras el agresor cuestiona sus acciones.

Que el vegetarianismo haya sido el antecedente de muchos veganos equivale al hecho evidente de que el bienestarismo lo ha sido para la casi totalidad de los abolicionistas. Todos nos hemos criado y educado en una sociedad que discrimina a los animales por ser biológicamente diferentes a nosotros y que nos adoctrina para pensar que ellos existen para servirnos.

El vegetarianismo no rompe con ese adoctrinamiento ni cuestiona el sistema social que hemos erigido en torno a la esclavitud y exterminio de animales. Por ello, carece de justificación promover la dieta vegetariana como si ayudara a lograr derechos para los animales o facilitara la comprensión de un asunto ético. El veganismo no es una cuestión dietética; abarca la raíz de nuestra relación con los animales. La única medida de transición al respeto por los demás animales es empezar por tener la voluntad la cambiar nuestros hábitos.

Partido Vegano - Excursionistas montados a caballo - La explotación animal va contra los Derechos Animales
El vegetarianismo es una dieta, por ello, no implica que una persona vegetariana rechace otras formas de explotación animal no sujetas a la alimentación. Un vegetariano podría montar a caballo, visitar zoológicos, acuarios o delfinarios; practicar la caza o la pesca; acudir a circos con animales, a corridas de toros y participar en cualquier acción injusta que contravenga los Derechos Animales.

Conclusión

Cuando se expone esta realidad y estos argumentos, aun cuando se presenten de un modo empático y didáctico, gran parte de la comunidad vegetariana adopta una actitud hostil y agresiva. Así ocurre porque se ven cuestionados por su participación en estas actividades injustas e innecesarias. Esto nos demuestra que, por desgracia, existe una grave falta de conciencia social. El grueso de los vegetarianos se sitúan al nivel de cualquier persona especista que se ha refugiado un pequeño cambio inútil para sentirse mejor y creer que está ayudando a los animales.

Los animales con quienes compartimos el planeta son individuos que merecen respeto porque poseen sus propios intereses inalienables (vida, libertad e integridad). ¿Cómo resulta posible que nuestra sociedad siga negándoles a los animales sus derechos legales por el mero hecho de pertenecer a especies no humanas?

El veganismo es un principio ético que constituye la base de los Derechos Animales. Se requiere que todos demos el paso hacia el veganismo para comenzar a ayudar a los animales y a defender sus derechos. Ser vegano no es la cima del progreso individual; ser vegano es lo más básico que podemos ser para asegurarnos de que no incurrimos en injusticias ni en una violencia sistemática contra ellos por ignorancia o desidia.

La única verdadera forma real de compasión es la abolición de la explotación animal. Pensemos por un instante si a alguno de nosotros nos hubiera gustado que la esclavitud humana todavía existiera mediante meras regulaciones y «sellos de bienestar esclavo». ¿Acaso nos parecería ético?

El veganismo es muy fácil de entender y de aplicar si se tiene voluntad para llevarlo a cabo. Las vidas de los animales está en juego. Aceptar algo menos que el veganismo implica, por definición, consentir o participar en la explotación animales inocentes.