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La falacia del término medio contra el veganismo

¡Derechos Animales ya! - La falacia del término medio contra el veganismo
La falacia del término medio es un argumento falaz (inválido) muy recurrido en nuestros días para dar a entender que las ideas de un contendiente son malas porque están en un «extremo» respecto a las propias.

La falacia del término medio es una excusa para aprovecharse de los animales

Los activistas veganos explicamos a diario que no existe ningún argumento válido para justificar el especismo y la explotación animal. Cualquier régimen esclavista, como aquéllos que se benefician del mismo, requiere un conjunto de alegatos que sirvan para blindar el statu quo.

Por desgracia, no sólo las empresas ganaderas o análogas incurren en falsedades (datos y hechos falsos) y falacias (argumentos inválidos); sino que las falacias forman parte del modus operandi de las grandes organizaciones animalistas para fomentar que sus simpatizantes les donen dinero mientras traicionan a los animales.

Una de las falacias más típicas en el animalismo bienestarista es la falacia del término medio o falacia del punto medio. Ésta se basa en la afirmación de que las posturas «moderadas» o aparentemente conciliadoras son siempre mejores, positivas o preferibles.

En lo que respecta a los animales, no hay nada justo ni preferible que pedir que a una vaca o un cerdo lo degüellen tras anestesiarlo o en que los gaseen en lugar de electrificarlos. Ni tampoco en que graben cómo los matan, los descuarticen en mataderos móviles o pasen a estar encerrados en jaulas un poco más grandes hasta acabar en el mismo sitio. Del mismo modo, la dieta vegetariana es insuficiente para defender los Derechos Animales porque implica participar en la explotación animal.

Las posturas moderadas son una forma de perpetuar el statu quo, puesto que sirven tranquilizar la conciencia colectiva al hacer creer a la gente que exista algún «avance» o «paso a paso» mientras los animales siguen siendo criados y asesinados sistemáticamente, día tras día.

No puede haber ningún avance legal si nuestra mentalidad para con los animales no cambia. De hecho, hasta la fecha seguimos teniendo la misma mentalidad que en el Neolítico.

Ser veganos y defender los Derechos Animales nos exige aumentar nuestro raciocinio. Defender a las víctimas precisa medidas radicales (del latín radicalis; aquello que va a la raíz). La falacia del término medio cae por su propio peso; pues solamente las medidas que van a la raíz del un problema pueden aspirar a enmendarlo.

Por todo ello, los activistas ponemos un énfasis especial en el activismo educativo y estamos encantados de brindar una formación integral en Derechos Animales para trasladar cómo y por qué los animales merecen respeto y las implicaciones que ello conlleva.