Las tergiversaciones del veganismo y los efectos del antropocentrismo
El veganismo padece diversas tergiversaciones
He dedicado muchos artículos a distintas formas de explotación animal y a definir conceptos fundamentales de Derechos Animales. En esta entrada, desearía exponer brevemente algunas tergiversaciones típicas que sufre el veganismo como fruto de la desinformación, el fraude, la manipulación y falsedades que se vierten a tenor del antropocentrismo y de los conflictos de intereses que despierta la defensa integral de los animales.
El veganismo es un principio ético basado en el rechazo hacia toda forma de explotación animal (uso como recurso), en reconocimiento de que los animales —con células nerviosas— también sienten y poseen conciencia y personalidad. En consecuencia, todos los animales merecen respeto. El veganismo se sitúa como un principio fundamental y base para la defensa y reivindicación de los Derechos Animales.
Hasta la fecha, el grueso de la población humana ignora todavía que el resto de los animales poseen intereses propios y el deseo de vivir su vida bajo sus propios términos. Esto se debe a uno de los prejuicios más antiguos que existen: el especismo, un prejuicio basado en la discriminación moral según la especie que conduce, a su vez, al antropocentrismo, es decir, la creencia de sólo los humanos somos importantes y debemos tener privilegios frente a sujetos que no sean humanos.
El antropocentrismo causa estragos en nuestro entendimiento de que los animales merecen respeto porque poseen intereses inalienables que son tan importantes para ellos como para nosotros los nuestros.Los efectos del antropocentrismo sobre el veganismo
El antropocentrismo es la doctrina que considera al ser humano como el centro del universo y que, por tanto, nuestros intereses quedan por encima de los de cualquier individuo que no pertenezca a nuestra especie.
En las últimas décadas, se han producido algunos avances en materia legal y ética en todo el mundo respecto a los derechos de la mujer, de los menores y de los homosexuales, entre otros. Sin embargo, la mayoría de la sociedad no se ha cuestionado aún su visión y acciones hacia los animales. Desde hace poco más de diez años, el veganismo se ha vuelto un concepto un fenómeno más presente en nuestro día a día. A pesar de ello, la mentalidad antropocéntrica impide un progreso en buena parte y genera diversas tergiversaciones del veganismo.
Debido a esta mentalidad antropocéntrica, algunos veganos creen que hablar en favor del veganismo aludiendo a los beneficios que le aporta al medio ambiente o los efectos positivos que tiene sobre nuestra nuestra salud. Al despojar al veganismo de su sentido etimológico, sólo se consigue invisibilizar a las víctimas al centrar la atención en los intereses humanos (el sujeto esclavista) y no en los de la propia víctima (el sujeto esclavizado).
Este fenómeno, en el que participan autodenominados justicieros sociales, no gozaría de aceptación en ninguna lucha social relacionada con seres humanos porque, en éstas, reconocemos que la lucha debe ser por la víctima y por sus derechos. En el caso de los animales no podemos conformarnos con menos.
A continuación, expondré y responderé a algunas de las tergiversaciones del veganismo más habituales.
A los activistas veganos nos molesta de sobremanera encontrar tantas tergiversaciones del veganismo que acontecen por fruto del antropocentrismo y de otros prejuicios.Las tergiversaciones del veganismo más comunes
- El veganismo no es una religión: El veganismo es un principio ético. Eso significa que está basado en la lógica y en los hechos. La base del veganismo reside en el respeto hacia los animales porque ellos, como nosotros, poseen la capacidad de sentir. Esto significa que desarrollan intereses inalienables, que valoran sus vidas, libertad e integridad, que son sujetos y que son personas.
- El veganismo no es una dieta: La dieta vegana —100% vegetal— es una de las consecuencias de practicar el veganismo para dejar de participar en toda forma de explotación animal. Es incorrecto asociar el veganismo a una dieta porque, en este caso, no se trata de un fin; sino de un medio necesario para el cumplimiento de un principio ético. El veganismo también incluye un cambio de hábitos en el consumo y en el ejercicio de distintas actividades aceptadas socialmente.
- El veganismo no es una moda: Hay gente que quizás tenga interés en el veganismo por una atracción neófila. No obstante, eso no significa que un practicante del veganismo lo haga por seguir una moda. Las modas se basan en la superficialidad y en conceptos banales; no en principios éticos con efectos inconmensurables sobre vidas ajenas. Difícilmente pueda existir una moda enfocada en el verdadero respeto hacia los diferentes y que cuestione las bases de nuestra sociedad.
- El veganismo no es un estilo de vida: El estilo de vida vegano, nuevamente, es la consecuencia de cumplir con el principio ético del veganismo. Considerar que sea un estilo de vida significa despojarlo de sus bases lógicas para pasar a considerarlo una simple moda o costumbre más. Esta tergiversación es común de quienes pretenden ocultar el origen y alcance del veganismo y su capacidad transformadora del mundo.
- El veganismo no conducirá hacia extinción de especies: Uno de los argumentos ad consequentiam más comunes es el de afirmar que el veganismo provocará la extinción del toro de lidia, de las gallinas y de otros animales domesticados cuyas razas proceden de una selección artificial. En primer lugar, dada la enorme población de animales domesticados, es muy probable que puedan sobrevivir en libertad algunas poblaciones de animales domesticados en distintos lugares del mundo. En segundo lugar, la «especie» es un constructo científico para estudiar y catalogar distintas poblaciones de seres vivos según su filogenia. Las especies no sienten ni padecen, sólo existen los individuos y sobre ellos tenemos el deber de responder y respetar sus intereses. Es una creencia antropocéntrica la de presuponer, sin más, que está bien manipular o encerrar animales en zoológicos, acuarios, delfinarios y otros centros, para evitar su extinción, o que a un animal cualquier le importaría lo más mínimo la extinción de su especie.
- El veganismo no se refiere a asuntos humanos: A raíz del tribalismo humano, es decir, de su interés en favorecer a su colectivo en detrimento de terceros, son muchos los individuos que esgrimen la bandera del veganismo para escudar, reforzar o introducir sus propios intereses sociales o políticos. El veganismo se refiere a los animales y a ellos no les concierne si vivimos en una sociedad anarquista, capitalista, socialista, religiosa, atea, etc.
Me gustaría alentar a los activistas, y a todos los veganos, a que tengan en cuenta estos argumentos presentados para enfocarse en la difusión de los principios del veganismo de una forma justa y efectiva. Hagámoslo juntos por los seres oprimidos más inocentes que hayan existido jamás. Todas las acciones atroces que padecen los animales se derivan de nuestra mentalidad.