antropocentrismo

La autodefensa animal desemboca en pena de muerte

Partido Vegano - Pitbull sacrificado por matar a su propietario - Autodefensa animal y la pena de la muerte
Si un animal se defiende ante el ser humano, nuestra sociedad decreta la pena de muerte. A los animales sólo les queda soportar la violencia que se practica contra ellos o morir. En esta entrada traemos el caso de un pitbull condenado a morir por defenderse de su propietario maltratador. La autodefensa animal no está amparada en las leyes porque todos los animales están catalogados como esclavos del ser humano.

[Fuente de la fotografía: El Periódico]

La autodefensa animal es una entelequia hoy como lo fue la autodefensa negra en el siglo XIX

En esta publicación, quisiera condenar una noticia recientemente publicada en los medios: la injusticia de que se ordene el «sacrificio» de un perro de raza pitbull por matar a su propietario en defensa de su vida.

Lejos de conformarnos con verter una crítica vacía y populista contra nuestra sociedad, tengo el fin de trasladar una analogía entre este suceso y el de miles de casos antiguos ocurridos en el seno de la esclavitud humana.

Antes del cese de la esclavitud humana y del reconocimiento universal —al menos sobre el papel— de los Derechos Humanos, aquellos esclavos que se veían golpeados y torturados por sus amos carecían de ningún tipo de protección. Y lo que era peor: si el esclavo se defendía, terminaba en la horca. Para la ley, un esclavo es un objeto que no tiene ninguna posibilidad ni legitimidad para defender su vida, libertad e integridad aun cuando ésta esté en peligro frente a las acciones de un tercero.

Esta cruel realidad, de la que se hacían eco los grupos abolicionistas del siglo XIX, parece haberse olvidado en el siglo XXI. El estado legal de los esclavos humanos de entonces es exactamente el mismo con que, todavía hoy, se cataloga a todos los animales del mundo.

Los animales, ya sean salvajes o domesticados, no son libres ni poseen ningún derecho legal reconocido hasta la fecha. Eso implica que, en caso de que alguno defienda su vida frente a un trato denigrante, el ser humano lo matará. Su vida está condenada igualmente.

Partido Vegano - Toro toreado por un torero - Los animales son esclavos en el siglo XXI
Si un toro mata a un torero, éste termina igualmente sacrificado y la costumbre taurina dicta enviar a la madre del toro al matadero como venganza. La autodefensa animal no carece de reconocimiento legal porque todos los animales son esclavos. Ésta es la «justicia» que aplica el ser humano a quienes no son de su especie. La misma «justicia» que, hasta no hace mucho, aplicaba con humanos de otras razas o culturas.

Un perro pitbull actuó por autodefensa y, por ello, se lo condena a muerte

Volviendo al caso de la noticia, hay un fallecido y un presunto homicida. Para un esclavo, la presunción de inocencia no se aplica. Este pitbull «homicida» no está reconocido como sujeto ni cuenta con nadie que legalmente defienda sus derechos y demuestre que actuó en defensa propia porque recibía malos tratos a diario. No tiene derecho a un abogado defensor.

El homicida es un perro. Para la ley solo es un animal, una res —del latín «cosa»—, un «bien mueble semoviente» —objeto con movimiento autónomo— cuya existencia está supeditada a ser la pertenencia de alguien y cuyo valor depende de aquél que le asigne su propietario. Todos los animales del mundo son la propiedad de alguien, ya sea un particular o colectivo.

El juez, con la ley en la mano, ordenó el sacrificio de perro —un eufemismo para sentencia de pena de muerte— por la misma razón por la que antiguamente se condenaban a humanos de raza negra a la horca; algo impensable en la actualidad para cualquier humano en cualquier país occidental.

Si un humano adulto, con la capacidad intelectual de este pobre pitbull, fuese maltratado a diario, y un día decidiese matar a su agresor, jamás se aceptaría una pena de muerte. Se entendería que un sujeto humano con alguna anomalía psicológica no presenta plenas facultades para discernir entre bien y mal. E incluso la sociedad no tardaría un segundo en empatizar con él al ser un individuo sin escapatoria ante el maltrato.

Sin embargo, la sociedad presente se niega a aceptar que, científicamente, los animales tienen un nivel de conciencia equivalente al de un bebé o niño humano de muy corta edad. La sociedad actual se niega a aceptar que los animales sienten, padecen y que también valoran sus intereses inalienables aunque no sean tan inteligentes como nosotros.

Partido Vegano - Elefante junto a una mujer
La sociedad se autoengaña creyendo que existe amor o plenitud en la esclavitud animal y manteniendo una visión romántica acerca de la violencia contra las víctimas. Si este elefante decide defenderse en algún momento porque no desee servir a sus propietarios, será asesinados con la más vesánica de las muertes. La autodefensa animal seguirá siendo una entelequia mientras sean esclavos.

Una conclusión sobre la autodefensa animal

Esta noticia sobre el pobre pitbull ordenado a sacrificar por no ser humano, la cual ha despertado indignación en colectivos animalistas, no dista nada del destino de cualquier otro animal que no pertenezca a la especie humana. La autodefensa animal no puede existir en la actualidad como tampoco existía en el siglo XIX mientras los animales sean esclavos a nivel legal como consecuencia de un prejuicio de supremacía basado en la especie.

Ésta es la misma realidad que viven cerdos, vacas, pollos, peces, cucarachas, abejas, etc. Incluso es la misma realidad, maquillada de heroicidad o bondad, que experimentan otros perros explotados por la policía, para la guía de invidentes, en salvamento o para terapias. Todo ello debería recordarlo aquellos individuos indignados para así comprender que su indignación no sirve de nada si no se obra con coherencia. Debemos respetar a todos los animales por igual.

Todos los animales son propiedades de los humanos y todos son usados, abusados, esclavizados, y están a merced de los deseos humanos sin miramiento alguno. Legalmente, todos los animales son cosas a nuestro servicio y podemos hacer con ellos lo que nos dé la gana. He aquí la razón de por qué resulta incorrecto hablar de maltrato animal. Enfocarse en el sufrimiento no evita estos hechos porque no cuestiona el origen social que desemboca en la esclavitud animal y su catalogación legal como esclavos.

Los animales de otras especies sienten y padecen como nosotros, también tienen familia y amistades. Desean vivir y desean la libertad. Están aquí para vivir sus propias vidas. En tus manos queda seguir siendo un esclavista, o hacer lo correcto y adoptar el veganismo como principio ético fundamental.