bienestarismo

El envenenamiento, las trampas y la autodefensa ante los animales

¡Derechos Animales ya! - El envenenamiento, las trampas y la autodefensa ante los animales
No tenemos legitimidad para atentar contra la vida de otros animales simplemente porque nos molesten o los consideremos plagas. En esta entrada hablo sobre el envenenamiento de animales causado por el ser humano, la colocación de trampas letales y sobre cuándo es legítima la autodefensa.

Se produce el envenenamiento de animales y se colocan trampas letales por antropocentrismo

Todos los animales merecen respeto porque poseen intereses propios que son tan importantes para ellos como para nosotros los nuestros. En este artículo me gustaría denunciar el especismo presente cuando se produce el envenenamiento y la colocación de trampas letales provocar la muerte de animales por la única razón de que «estorban» al ser humano. Para ello, quiero enjuiciar las acciones de la sociedad general, de los animalistas y del Gobierno respecto a la aplicación de venenos y trampas para asesinar animales.

La sociedad general asume, por defecto, la creencia de que está bien matar a un animal si éste nos molesta de alguna forma. Esta creencia responde a la ideología del bienestarismo, es decir, a la percepción de que una acción es moralmente correcta o incorrecta según si el sujeto considera que el beneficio obtenido para sí será superior al sufrimiento causado en terceros. De esta manera, si alguien se topa con una rata en su jardín, puede optar por aplicar trampas para ratones o algún veneno al estimar que el valor de la rata —su vida— es inferior al interés propio en no tenerla cerca.

Cabe aclarar que la autodefensa es ética. Pero no cualquier acción en beneficio de nuestro intereses constituye una autodefensa. Tenemos legitimidad para defendernos e incluso para llegar a matar a un animal que atenta o atentará potencialmente contra nuestra vida.

Sin embargo, la autodefensa no justifica el envenenamiento, la colocación de trampas letales o el asesinato sistemático de animales en situaciones que pudieran resolverse mediante otros cauces más éticos, por ejemplo, mediante el uso de repelentes o métodos de captura que no impliquen la muerte del animal.

¡Derechos Animales ya! - Hombre mete el dedo en una trampa para ratones - Trampas letales
Que exista un conflicto de intereses entre nosotros y otros animales no nos legitima a matarlos ni optar por vías violentas. El hecho de que jamás aplicásemos dichas medidas con nuestros congéneres evidencia la existencia de una discriminación arbitraria basada en la especie.

La autodefensa no legitima aplicar venenos o trampas letales

Si entendemos que no es justo asesinar por una fobia o un leve conflicto de intereses, debemos también señalar que muchos animalistas incurren en un especismo flagrante cuando denuncian prácticas horrendas como los envenenamientos a perros y gatos, así como la colocación de comidas con clavos y otros elementos o sustancias dañinas, al mismo tiempo que ven bien o participan en la aplicación de trampas y venenos para otros animales que no son perros o gatos.

Por su parte, el Gobierno, como fiel reflejo de la mentalidad colectiva, no duda en usar nuestros impuestos para financiar el envenenamiento y exterminio sistemático de animales considerados «plaga». En la práctica, cualquier animal puede recibir dicha categoría si perjudica a alguna actividad humana. ¿Que hay lobos cerca de una ganadería? ¡Plaga! ¿Que hay cabras en mitad de un pueblo? ¡Plaga! ¿que hay gatos o palomas que incordian a los turistas? ¡Plaga! Y así con todo.

Hay actividades fundamentales para nuestra sociedad, como la agricultura, en que deberíamos esforzarnos por encontrar mejores maneras de evitar el daño a los cultivos sin recurrir a la colación de venenos y trampas letales. En diversas plantaciones se emplean todo tipo de sustancias y mecanismos para matar insectos o roedores. A menudo, los ecologistas critican estas prácticas porque atentan contra la biodiversidad y el medio natural; pero éste no es la base del problema ni podrá haber solución mientras el ser humano siga creyéndose señor de la Tierra y con legitimidad para hacer con los animales cuanto se le antoje.

Por todo ello, los activistas veganos reivindicamos el derecho de todos los animales a que velemos y salvaguardemos sus vidas, libertad e integridad en la medida de lo posible.

No hay nada ético ni justificable en la aplicación de venenos, trampas letales y otros métodos desproporcionados que tienen el único fin de liquidar a los animales cual si fuesen simples objetos desechables. Desterremos nuestro antropocentrismo.