Nuestros impuestos financian la explotación animal
Nuestros impuestos están manchados de sangre
El Estado Español, como otros países en el mundo, recauda impuestos para garantizar los servicios que satisfacen las necesidades de la ciudadanía española. Por desgracia, no todo el dinero de destina a fines justos ni éticos.
Si hay inversiones poco éticas, como las destinadas a armamento, tanques, submarinos y a aviones de combate; no menos cuestionables resulta destinar el dinero de los españoles a asesinar animales sistemáticamente, ya sea al fomentar la crianza industrial o exterminar a aquellos animales que se consideran «molestos».
Quienes somos veganos no participamos en la explotación animal en reconocimiento de que los demás animales sienten y padecen como nosotros. Ellos poseen intereses inalienables que debemos respetar al igual que lo asumimos entre seres humanos. Que nuestros impuestos estén manchados de sangre significa que nuestras manos también lo están contra nuestra propia voluntad.
En este artículo me gustaría condenar explícitamente que se destine los impuestos de los españoles a la crianza, hacinamiento, marcaje, asesinato y a toda clase de injusticias cometidas a través de subvenciones a la ganadería, festejos con animales, caza y otras muchas formas de explotación animal.
Nuestra formación propone el cese de toda clase de subvención a cualquier forma de explotación animal porque, además de atentar contra la vida, libertad a e integridad de los animales, no existe ninguna necesidad objetiva ni racional en fomentar ni financiar ninguna forma de explotación animal. Los humanos podemos vivir sanamente sin consumir productos de origen animal y sin divertirnos a su costa.
Los activistas veganos apoyamos la iniciativa y reconversión de negocios no basados en la explotación animal. Estas subvenciones manchadas de sangre podría dirigirse hacia negocios y actividades comprometidos con la justicia que merecen los animales, innovadores y que reduzcan el impacto ambiental.
Al plantear esta propuesta, queremos dejar claro que no se trata de un interés partidista de unos colectivos frente a otros; sino de vivir sin causar víctimas ni perjudicar a los demás animales con quienes compartimos el planeta, ¿no te parece lógico?