antropocentrismo

«Vida de un esclavo americano», de Frederick Douglass

Partido Vegano - Ilustración de Frederick Douglass (ganador del premio Pulitzer)
«Vida de un esclavo americano», de Frederick Douglass, es una obra autobiográfica de un ex-esclavo negro de los estados sureños de Estados Unidos. Esta obra cobra una especial relevancia y vigencia por las analogías habidas tan evidentes entre la esclavitud humana y la esclavitud animal.

[Fuente de la ilustración: Facing Today]

La «Vida de un esclavo americano» es una obra magistral del género de las narraciones de esclavos

Algo que me encanta hacer a mí y a otros activistas veganos es estudiar la historia para aprender de los predecesores en la lucha por la abolición de la esclavitud humana. Nos nutrimos con sus conocimientos y experiencias para luchar por los Derechos Animales. Hoy, para salir de la rutina, quisiera recomendar una obra abolicionista muy especial: «Vida de un esclavo americano, escrita por él mismo» [enlace de descarga].

Su autor, Frederick Douglass, narra en primera persona todo aquello que le aconteció durante su larga esclavitud en el sur de Estados Unidos. Esta obra, enmarcada en el género de la «narrativa de esclavos», no sólo tiene un gran valor testimonial; sino literario. Douglass fue un escritor y un pensador brillante que supo aprovechar las poquísimas oportunidades que le dio la vida para aprender a escribir y relatar las injusticias y miserias que padecían todos sus congéneres. Esta magnífica autobiografía consigue transmitir y, a la vez, hacer sentir al lector lo que significa ser un esclavo, un objeto, una herramienta al servicio de otros.

En la obra «Vida de un esclavo americano, escrita por él mismo», Frederick Douglass nos recordaba que cuando él era un esclavo, los amos se esforzaban, a base de mentiras o ligeras bondades, en que su explotación fuera la menos mala. Así los esclavistas criticados o tildados como «peores» serían los demás. Algo bastante similar pasa hoy en día entre las ganaderías y la complicidad de las organizaciones animalistas.

La esclavitud, ya se la adjetive como «buena» o «mala», tiene su origen en la supremacía de unos individuos más poderosos frente a otros menos poderosos. Los regímenes esclavistas siempre generan una cierta tranquilidad mental para aquéllos que no la sufren ni se lucran monetariamente mediante la posesión, utilización o venta de esclavos.

Lo mismo que ocurrió entonces respecto a la esclavitud negra sigue hoy vigente. A la sociedad le cuesta tomar conciencia y enfrentar sus prejuicios. El perverso concepto de «bienestar animal» resume a la perfección esta traición que les tendemos a los demás animales para no trastocar nuestros intereses en seguir esclavizándolos.

Partido Vegano - Vida de un esclavo americano (Frederick Douglass)
«Vida de un esclavo americano» es una autobiografía de Frederick Douglass que actúa como fiel testigo de la sociedad, de cómo se transmiten los prejuicios y de cómo debemos luchar por la justicia para lograr un gran cambio social.

Conclusión

La obra de «Vida de un esclavo americano» nos recuerda que los animales de todo el mundo continúan siendo legalmente esclavos y, aunque ellos no puedan comunicarse con nosotros ni transmitir sus sentimientos por un medio escrito, tratamos de defender sus derechos por la misma justicia universal que impulsó a las generaciones pasadas a abolir el perverso régimen de la esclavitud humana.

Los activistas veganos somos los herederos de quienes lucharon por la abolición de la esclavitud negra. Se habría avanzado mucho por los Derechos Animales si, entonces, los propios esclavos y quienes los defendían hubieran entendido que el error del hombre blanco no estaba en tratarlos como animales; sino en que tanto opresores como oprimidos asumieran que los animales merecían ser esclavos y propiedades del ser humano.

La lucha contra la esclavitud negra se basaba en la injusticia de equiparar negros y animales, en vez de cuestionar qué legitimidad teníamos para esclavizar, torturar y asesinar animales. Así ocurrió, en parte, porque la influencia religiosa impedía quebrantar el dogma de la exclusividad humana. No comparamos víctimas; sino que mostramos analogías evidentes entre uno y otro régimen porque comparten el mismo origen: la cosificación y el desprecio hacia quienes no comparten los rasgos biológicos del grupo dominante.

Hoy sabemos científicamente que los animales sienten, padecen y tienen conciencia. Hoy no podemos alegar que no sabíamos aquello que hacíamos ni tampoco ocultar la realidad ante nuestros ojos.

El fin de la injusta esclavitud animal llegará cuando dejemos de considerar a los demás animales recursos y cumplamos de forma práctica con nuestra consideración. Alguien debe decirnos que tenemos un deber moral pendiente, y que no es cuestión de opiniones o puntos de vista. Es cuestión de cumplir con un principio de justicia fundamental hacia otros individuos.

Para lograr la abolición de la esclavitud animal, como en un pasado se consiguió abolir la esclavitud humana, debemos oponernos a aquellas divisiones arbitrarias fomentadas por las actuales ideologías políticas. La ética debe ser la base de cualquier ideología política. No se trata de nosotros y nuestros problemas; sino de los suyos. Dejemos de mirarnos el ombligo.