PACMA no defiende los Derechos Animales
No, PACMA no defiende los Derechos Animales
En el movimiento animalista español se da por sentado que, si alguien es animalista, debe votar a PACMA (Partido Animalista Contra el Maltrato Animal) porque, supuestamente, es el único partido animalista y que defiende a los animales. En este artículo quisiera explicar que PACMA no defiende los Derechos Animales y señalar las razones de por qué resulta erróneo afirmar que el enfoque PACMA sea coherente o correcto para las víctimas no humanas.
El hecho de que PACMA sea el único partido animalista —o que se autodefine con este término— causa que un alto número de veganos y no-veganos crean, automáticamente, que dicha formación defiende a los animales y sus derechos. En absoluto.
Con la llegada de Podemos hace algunos años, hubo otros animalistas que repitieron este argumento en favor de la formación morada. Sin embargo, ni PACMA, ni Podemos, ni ningún partido de España adopta una postura que sea compatible con los Derechos Animales. Así ocurre, porque todos los partidos de España, sin excepción, adoptan la ideología del proteccionismo y el bienestarismo (o ambas a la par). En otros artículos aparecen pormenorizados las características de ambas ideologías.
La sociedad general desconoce hasta lo más básico de Derecho, Filosofía y Ética. La mayoría de la gente desconoce cómo funcionan las leyes y cómo cambiarlas. Esto conlleva que sea fácil manipular a las masas y venderles la moto con mensajes vacíos y populistas que parten desde el antropocentrismo, el especismo y sentimientos endogrupales.
En esta campaña, PACMA se centra en el lobo de Araba como víctima de los intereses ganaderos mientras olvida a los millones de animales que mueren en manos de esos mismos ganaderos. Así ocurre porque consideran más importantes a unos animales frente a otros según su cuantía poblacional. Este sesgo procede del ecologismo especista.PACMA es especista
- PACMA adopta diferentes posturas y medidas según el animal (víctima) de la cual se trate. Parte desde las mismas categorías establecidas arbitrariamente por el Estado: «de compañía», «de producción», «de trabajo» o «de experimentación». Por ejemplo, en su programa electoral contempla medidas diferenciadas hasta el punto de rechazar el sacrificio cero para «animales de compañía» (perros y gatos en un sentido amplio) mientras promueve un sacrificio rápido y menos doloroso para los «animales de producción». Al mismo tiempo, contempla la «importancia» de la esterilización para luchar contra el abandono de animales mientras, dos párrafos adelante, habla sobre el sufrimiento de la esterilización forzada en el ganado. Un partido animalista que defendiera a los animales promovería las mismas medidas justas para todos ellos con independencia de cómo el Estado las catalogue o de si se explotan en un circo o en una granja.
- PACMA promueve y justifica la explotación animal cuando beneficia al ser humano (terapias con animales) o por razones ecologistas (gestión de «especies invasoras») según la especie animal de la que se trate. Su rechazo circunstancial hacia determinadas prácticas (por ejemplo, hacia la caza) no radica en que sean injustas para los animales; sino en que generan un sufrimiento no aceptado socialmente o que inspiran malos valores a la sociedad (proteccionismo kantiano). En algunos casos, PACMA incluso acepta prácticas crueles cuando se engloba en la cultura de una región española y se limitan a señalar que se evite en lo posible el sufrimiento animal. Como ejemplo de este caso tenemos la Rapa das Bestas, en Galicia.
PACMA es bienestarista
PACMA parte desde la premisa injusta y antropocéntrica de que el ser humano tenga legitimidad para explotar —usar como recurso— a los animales y beneficiarse de ellos mientras no les cause «demasiado sufrimiento». PACMA justifica la experimentación animal y otras formas de explotación crueles siempre que exista un beneficio social o la percepción social de dicho beneficio.
PACMA no cuestiona la existencia del especismo ni del antropocentrismo. Es decir, no explica que explotamos a los animales porque nos creemos superiores ellos y que de ello deriva la violencia hacia los animales. PACMA no defiende que los animales deban tener derechos legales reconocidos como los humanos; sino solamente asume que los humanos debemos darles un «buen trato» en la medida en que nos beneficiamos a su costa. Sus propuestas se resumen en regulaciones sobre la propiedad animal, en el marco de la legalidad vigente, para definir cuán grado de explotación, sufrimiento, encierro sea legalmente admisible.
Este planteamiento, denominado «bienestarismo», es opuesto a los Derechos Animales. Los Derechos Animales se basan en la idea básica de que los animales no debieran ser esclavos o propiedades del ser humano porque ellos poseen sus propios intereses inalienables (vida, libertad e integridad). En cambio, PACMA no reconoce que los animales merezcan derecho a vivir o a ser libres; sino a «no sufrir demasiado» mientras los humanos vulneran sus vidas, libertad e integridad.
A raíz de ello, por ejemplo, PACMA rechaza la tauromaquia por el sufrimiento que causa en los toros y sólo condena la violencia en ciertos festejos, la caza o agresiones a animales por parte de ganaderos y otros explotadores. Sus condenas siempre se enfocan en sucesos crueles y excesivos que se podían haber evitado, como en casos reales de granjeros que han matado o mutilado animales por diversión.
PACMA no cuestiona la innecesidad de comer animales o de participar en otras formas de explotación animal; sólo condenan aquel sufrimiento animal que no se dirige hacia un beneficio social.
PACMA es un partido animalista que no defiende a los animales ni sus derechos. El antropocentrismo y el bienestarismo de esta formación rezuma por todas sus publicaciones y campañas. En esta captura se observa una de sus publicaciones en que exhiben el enfoque proteccionista del filósofo Immanuel Kant.PACMA es antropocentrista
Cada dos por tres, PACMA, el partido animalista español, hace gala de su infinito antropocentrismo. Una de sus muestras más palpables se observa cuando lanzan publicaciones que relacionan la violencia contra los animales y la violencia contra humanos. Lo hacen con la intención de justificar que lo primero desemboca en lo segundo y alegar que, por ende, el Gobierno debería tomar más medidas contra el maltrato animal porque, de no hacerlo, habría consecuencias terribles para la sociedad humana.
El argumentario de PACMA es una petición de principio o razonamiento circular. Parte desde la premisa, no demostrada, de que alguien violento contra los animales debe de ser violento contra seres humanos. En la captura mostrada arriba, donde se dice que «es evidente» no se argumenta absolutamente nada. Los estudios existentes hasta la fecha demuestran una relación, por supuesto, pero no por las razones que PACMA aduce.
La violencia contra los animales es, generalmente, la consecuencia de dos situaciones posibles:
- Consecuencia esperable de su cosificación moral e instrumentalización como recursos. Si la sociedad percibe a los animales como seres inferiores que existen para servirnos, entonces será proclive a cometer violencia contra ellos para obtener algo deseado, ya hablemos desde alimento hasta simple entretenimiento. PACMA obvia el fenómeno de la cosificación moral como si el maltrato animal existiese en un vacío ontológico y no fuese una consecuencia inherente a la propia explotación animal.
- Que, debido a lo anterior, los humanos con psicopatía, un trastorno mental o una especial violencia pueden optar por violentar animales porque son biológica y legalmente indefensos ante nosotros. Esto PACMA obvia también, como si la desprotección de los animales ocurriera por una situación azarosa en nuestro sistema de derecho.
Los estudios no demuestran una relación de tipo causal entre una y otra forma de violencia, lo que existe es una relación ontológica entre la cosificación moral de un sujeto y algún trastorno psicológico.
El ilustre filósofo Immanuel Kant argumentaba que la violencia contra los animales nos volvía una sociedad perversa. Su enfoque humanista era antropocentrista.El antropocentrismo de PACMA es un calco del enfoque proteccionista kantiano
El argumento de PACMA no tiene nada de novedoso. Ya en el siglo XVIII, Immanuel Kant argumentaba que debíamos prevenir la violencia contra los animales porque ello nos convertía en una sociedad peor y más violenta hacia otros seres humanos.
Cuando PACMA alega que debemos preocuparnos por el maltrato animal —porque sus perpetradores pueden también agredir a otros humanos—, refuerza el prejuicio de que la violencia sobre los animales sólo importa si afecta a los humanos. Aunque hubiera sido cierto, dicho argumento transmite la idea de que los animales sólo merecen respeto en la medida en que su desprotección perjudique a los intereses humanos.
PACMA, sus afiliados y votantes recurren a menudo a la falacia de que su postura y programa electoral son «realistas» porque «el mundo no está preparado para respetar a los animales». A esto cabe responder en una frase: Si quieres que el mundo sea vegano, promueve el veganismo. Si quieres que el mundo sea bienestarista, promueve el bienestarismo.
PACMA y otras organizaciones promueven el bienestarismo, por tanto, ¿qué sociedad buscan? El cuento del «realismo» es una falacia para ganar dinero mientras se lucran promoviendo acciones injustas contra los animales.
A nadie se le ocurriría promover «ablaciones sin dolor» en países africanos porque «no están preparados todavía para respetar a las mujeres». Siguiendo este argumento, ésta sería una «propuesta realista de un partido comprometido con las mujeres».
Si jamás se plantearía tal cosa en defensa de los derechos de la mujer, ¿qué les hace pensar a los simpatizantes o miembros de PACMA que sea más ético plantear «sacrificios indoloros y rápìdos» o «explotación animal sin sufrimiento»?
Quienes defienden estas aberraciones no son «realistas», sólo desean sentirse mejor creyendo que hacen lo correcto para los animales mientras perpetúan el problema.
No se trata de que alguien no le guste el Partido Animalista; sino de que PACMA no defiende los Derechos Animales y, por tanto, nuestro voto es nulo para las víctimas.¿Por qué no votar a PACMA?
Los partidos políticos no se caracterizan por su franqueza. En el caso de PACMA, este partido animalista se adscribe a los prejuicios y las convenciones de la mayoría de la sociedad en lo tocante a los animales. El mundo entero considera que los animales son seres inferiores que existen para servirnos.
PACMA, lejos de cuestionar el paradigma ético y legal que impide un reconocimiento de derechos para los animales, se limita a exigir regulaciones legales sobre el uso de la propiedad animal para que nuestros esclavos —los animales— sufran, supuestamente, un poco menos mientras el ser humanos los explota y sacrifica a diario.
Las campañas de estos grupos van encaminadas a exigir que la esclavitud animal se lleve a cabo sin sufrimiento —algo imposible porque el sufrimiento es la consecuencia de que se vulneren los intereses inalienables de las víctimas—, a la par que ignoran o validan que los animales sigan siendo mercancías a las que criar, manipular y asesinar cuando nos convenga.
Los textos de PACMA y de otras organizaciones no quedan sujetos al azar. Los bienestaristas promueven pensamientos del antropocentrismo científico y del especismo corriente por la sencilla razón de que unos argumentos antropocéntricos y especistas obtendrán un mayor calado y visibilidad en una sociedad antropocéntrica y especista. Es así de sencillo.
Las campañas animalistas están orquestadas para llegar a la máxima cantidad de gente «sensibilizada con los animales» —bienestaristas— que está dispuesta a donar grandes sumas de dinero en lugar de cambiar sus hábitos de consumo. Ésta es la triste realidad a la que quedan relegados los animales: subordinación ante prioridades humanas y lucro mercantilista.
PACMA y las grandes organizaciones animalistas se nutren de los sesgos y prejuicios antropocéntricos y bienestaristas para lucrarse a costa de la miseria de los animales.Conclusión
Los activistas abolicionistas nos oponemos al discurso de PACMA y de las grandes organizaciones animalistas porque su base es el especismo, el bienestarismo y el antropocentrismo. No compartimos sus mantras porque no denuncian ni reflejan que los animales son esclavos de los seres humanos y que su situación social y legal proceden de una previa cosificación moral.
Si el Partido Animalista quisiera combatir las injusticias que padecen los animales, debería renombrarse a PACEA (Partido Animalista Contra la Explotación Animal); pues el origen del problema radica en la explotación animal; el maltrato animal es sólo la consecuencia.
El enfoque de PACMA, centrado en el sufrimiento, no soluciona el problema. Por el contrario, extiende y agrava la miserable realidad de las víctimas no-humanas al perpetuar un mensaje antropocéntrico que sigue situando a los humanos y sus problemas por encima de la vida, libertad e integridad de los animales.
Si de verdad nos importan los animales, debemos dar el paso hacia el veganismo y defender medidas que sean compatibles con los Derechos Animales.