El especismo en los videojuegos
Una revisión sobre el especismo en los videojuegos
El especismo es el prejuicio ético más antiguo y extendido en la humanidad. A raíz de ello, su manifestación es ostensible y omnipresente allá donde alguien concienciado ponga su mirada. Debido a que la mayor parte de la sociedad no percata siquiera de que incurre en dicho prejuicio, he decidido escribir una serie de breves ensayos dedicados a ejemplos muy concretos de especismo en distintos ámbitos. En este artículo, quisiera salir un poco de la tónica general y versar sobre el especismo en los videojuegos.
Cabe aclarar, de antemano, que este texto no tiene la intención de ser exhaustivo. Si me dispusiera a escribir un artículo sobre todos los ejemplos de especismo encontrados en los videojuegos, saldría un tratado de cuatro millones quinientos mil tomos, por lo menos. Además, no he jugado —ni creo que nadie— a todos los juegos del mundo ni tendría tiempo para analizar los matices de cada uno. Dado que hablamos de obras de ficción, no existe una razón ética para que alguien vegano se niegue a jugar, e incluso a disfrutar, juegos marcadamente especistas. Si bien, resulta comprensible que nuestros profundos cambios éticos nos impidan divertirnos como lo hacíamos antes.
¿Y cómo puede ser esto posible? Pues, a mi juicio, porque todos los juegos se basan en el patrón de esfuerzo-recompensa que caracteriza nuestro instinto lúdico. Los elementos involucrados son, hasta ciertos punto, meros decorados que nos llevan desde un estado A —en que no tenemos, no podemos, no alcanzamos a hacer algo— a un estado B —en que logramos nuestros objetivos— con fines recreativos.
Los videojuegos actuales siguen el mismo patrón que los clásicos. En la mayoría de los casos, los animales aparecen como recursos o elementos del paisaje que dotan de vida un entorno antropocéntrico.Tres ejemplos paradigmáticos del especismo en los videojuegos
Entrando ya en materia, me conformaré con señalar tres videojuegos: ARK: Survival Evolved, Stardew Valley y Planet Zoo. Hablo sobre estos juegos con conocimiento de causa porque los he jugado durante más o menos tiempo. Los he elegido, entre una larga lista, porque su enfoque, argumento y desarrollo fomentan la explotación animal al partir desde una visión antropocéntrica distinta:
- Los animales como bestias irracionales, cuyo dominio reafirma nuestra supremacía.
- Los animales como seres que aceptan el manejo humano y con quienes mantenemos una relación mutualista y romántica.
- Los animales como recursos naturales que requieren conservación para evitar una desaparición de especies que perjudique a nuestros intereses.
Lo he clasificado en este orden porque las distintas manifestaciones del especismo han ido surgiendo paulatinamente en una escala cronológica.
Por ejemplo, puede argumentarse que los rituales de dominación animal quizás sean una de las expresiones más primitivas del especismo. Desde las primeras sociedades humanas de cazadores y recolectores, hasta tribus actuales, siguen cazando y matando animales con el único fin de demostrar su hombría o superioridad.
Más tarde se desarrollaría la domesticación y los mitos asociados al ser humano como especie elegida para ser vicarios de la Tierra, de que los animales existen para servirnos y de que, ellos se benefician de nuestros cuidados.
Y, tiempos modernos, vendría la manifestación especista consistente en creer que los animales son recursos naturales que debemos proteger por el bien de la humanidad para continuar explotándolos y que pueden estar mejor bajo nuestro yugo que en la naturaleza.
«ARK: Survival Evolved» refleja la visión antropocéntrica de los animales como bestias irracionales, cuyo dominio reafirma nuestra supremacía.ARK: Survival Evolved
«ARK: Survival Evolved» es un videojuego de supervivencia que sitúa al personaje en un lugar ficticio donde hay criaturas de la Era Secundaria (dinosaurios, especialmente). Nuestro avatar es un hombre o una mujer desnudos, cuyos rasgos físicos podemos personalizar antes de cada partida, que se despierta en una isla —u otro mapa seleccionado— y debe cazar, construir un refugio y realizar diversas acciones para sobrevivir.
Nuestro personaje puede fabricar herramientas, máquinas y construcciones diversas; así como domar dinosaurios para usarlos como monturas, herramientas de trabajo y de guerra. Se trata, en líneas generales, de un juego que combina las mecánicas de «Minecraft» y de un battle royale multijugador en tiempo real permanente.
Desde un punto de vista basado en los Derechos Animales y en la perspectiva social del mundo actual, podemos decir que este juego promueve la creencia de que necesitemos cazar o comer animales para sobrevivir, la visión de que los animales son meros recursos existentes en la naturaleza para extraer bienes y servicios y, como colofón, la idea de que la prosperidad y logros humanos van asociados a la dominación de los animales para usarlos en labores pesadas y en enfrentamientos contra otros humanos.
«Stardew Valley» refleja la visión antropocéntrica de los animales como seres que aceptan el manejo humano y con quienes mantenemos una relación mutualista y romántica.Stardew Valley
«Stardew Valley» es un videojuego independiente, realizado por un único programador, en que el jugador hereda la granja de su abuelo y se muda al campo para «vivir de la Tierra». En este juego podemos practicar la agricultura, la ganadería, la minería, luchar contra todo tipo de criaturas ficticias y, en definitiva, construir una «finca de ensueño» con su invernadero, hortalizas, árboles frutales, corrales, establos, etc.
Por su apariencia simple y minimalista, ofrece una visión absolutamente romantizada del modo de vida tradicional o campestre. Y, por desgracia, promueve una idealización profundamente falsa de la esclavitud animal y de las verdaderas prácticas que se ejercen en la ganadería. En «Stardew Valley» no muere ningún animal catalogado como «ganado» y éstos siempre aparecen sonrientes, tranquilos, mansos y amorosos hacia el jugador.
Ha sido tal el éxito de este videojuego, desde que se lanzó al mercado en el año 2016, que incluso hay publicado un artículo académico que busca analizar la relación entre el éxito comercial —su único creador se ha convertido en multimillonario— y el desconocimiento de los ciudadanos urbanitas sobre el mundo rural.
El autor de dicho artículo tira por derroteros lejanos al veganismo y opta por tomar este videojuego como ejemplo de la desconexión social sobre la agricultura actual, los efectos medioambientales, la incultura sobre prácticas ganaderas, la necesidad de la sociedad de evadirse con mentiras y, como guinda, critica la «moda» vegana de «antropomorfizar al ganado». Me llama la atención cómo, a juicio de un especista, tratar mínimamente con respeto —aun cuando tales animales aparecen explotados en el juego— supone algún tipo de «humanización».
En definitiva, es un juego vistoso que muchos veganos llegaríamos a disfrutar si la trama consistiera en que tales los animales estuvieran recogidos o adoptados en un albergue para salvarles la vida.
«Planet Zoo» refleja la visión antropocéntrica de los animales como recursos naturales que requieren conservación para evitar una desaparición de especies que perjudique a nuestros intereses.Planet Zoo
«Planet Zoo» es un videojuego que permite a los jugadores construir su propio zoológico. Ya ha habido muchos juegos anteriores de esta temática; pero éste destaca por incorporar gráficos en alta definición, mecánicas muy realistas y por intentar imitar el comportamiento de los animales.
Como en la vida real, «Planet Zoo» permite a los jugadores esclavizar —virtualmente— a más de 90 especies animales que el ser humano disfruta cosificando como objetos movientes en un museo. Hasta aquí no habría nada destacable. Sin embargo, el juego sorprende por su enorme realismo. Integra todo tipo de opciones para la instalación de vallados, alambradas electrificadas, torres de vigilancia, e incluso podemos contratar guardias con fusiles armados y listos para disparar a cualquier animal que ose querer ser libre.
Además, si el jugador no sigue los protocolos de Bienestar Animal y mantiene a los animales en condiciones socialmente mal vistas, aparecerán decenas de manifestantes animalistas (bienestaristas) que exigirán jaulas más grandes y un mejor trato para los animales encerrados. Y tú, como dueño y administrador del zoo, tendrás que aplicar una serie de medidas para tranquilizarlos y proseguir rentabilizando tu negocio. Ellos se harán unas fotitos muy monas para la galería y tú seguirás engrosando tus beneficios.
¿Te suena en algo al juego que mantienen las organizaciones animalistas con las empresas dedicadas a la explotación animal? Eso sí que es un verdadero mutualismo. Cualquier parecido con la realidad es simple coincidencia...
Los videojuegos también son un reflejo positivos de los avances éticos de nuestra sociedad. En «Stardew Valley», Marnie, la ganadera del pueblo, le comenta al jugador que se cuestiona si a las gallinas les sienta mal que ella les robe sus huevos. Todo el mundo puede hacer la conexión en algún momento de sus vidas.Conclusión sobre el especismo en los videojuegos
Mientras la sociedad continúe siendo especista, los videojuegos solamente representarán en mayor o menor medida el pensamiento mayoritario hacia los animales. Depende de nosotros, los activistas, transmitirle a la sociedad las bases del veganismo y de los fundamentos de los Derechos Animales. Y, en el caso que nos ocupa, también tenemos la responsabilidad de derruir mitos enraizados que se reflejan en la creencia de que necesitamos comer animales o productos derivados, que necesitamos explotar a los animales para que sobrevivan o que están mejor bajo nuestro dominio que siendo libres en la naturaleza.