Los juguetes especistas y la simbología del especismo

¡Derechos Animales ya! - Juguete de Playmobil con dos mulas en el oeste - Juguetes especistas - Juegos infantiles
El especismo se transmite de generación en generación por inculcación cultural. Uno de los medios más relevantes que adoctrinan en el especismo son los juguetes especistas. En los juguetes de Playmobil, preciosos y detallistas, se produce una recreación de la dominación humana sobre los animales y una normalización de la explotación animal y la esclavitud a la que tenemos sometidos a los animales.

Los juguetes normalizan la dominación humana sobre los animales

Como se ha tratado en otras entradas, nuestra percepción hacia los animales está condicionada por factores biológicos y culturales. De entre los distintos factores implicados, la educación de los menores ejerce el mayor impacto respecto a su manera de considerar y tratar a los animales cuando éste alcance la adultez. Las conductas especistas son aprendidas durante la infancia y, una vez fijadas, el adulto presenta serias dificultades para cuestionar la validad, certeza y corrección de aquello que se le ha enseñado.

Al igual que el racismo o el sexismo se originan por la inculcación de creencias sexistas y racistas en los menores, la existencia del especismo, otro prejuicio más arraigado, se debe a la transmisión intergeneracional de la creencia de que está bien discriminar a otros por ser de una especie distinta. Existen medios muy diversos por los que puede transmitirse el especismo y otros prejuicios. Entre éstos, destaca el papel de los juegos y de los juguetes. Si un juguete puede considerarse sexista o racista si fomenta el sexismo o el racismo, será especista si fomenta el especismo.

En los juguetes, creados por adultos para niños, se presenta una retroalimentación del prejuicio especista: los adultos crean juegos y juguetes especistas porque de pequeños conocieron y jugaron con juegos y juguetes especistas. En esta entrada, quisiera tomar como ejemplo a la conocidísima marca de juguetes Playmobil para disertar sobre los ejemplos de recreación de la dominación humana, su simbología y el papel crucial de los juguetes especistas.

¡Derechos Animales ya! - Juguete de caballo herido con el veterinario
Los juguetes de Playmobil, como tanto otros, normalizan el especismo cuando presentan como «normal» que un caballo esté ensillado, que esté bajo nuestro cuidado o que sea feliz mientras lo curamos. Se obvia, por disociación de los propios creadores de estos juguetes, que a los animales del mundo real se los trata como simples instrumentos y que sus cuidados están supeditados a los beneficios que el ser humano obtiene de ellos.

La educación especista y su simbología

En los humanos, como en otros animales, el juego desempeña un papel crucial en el aprendizaje de las crías y en el establecimiento de uniones afectivas dentro de la familia, manada o grupo. Según su naturaleza, pueden diferenciarse los juegos físicos (en que predominan el desarrollo de funciones motrices) y los juegos simbólicos (en que predominan la recreación de una acción o pensamiento).

Para el caso que nos ocupa, sólo los juegos simbólicos tienen relevancia. Entre éstos, se distinguen aquellos juegos que simbolizan elementos abstractos de nuestra vida cotidiana. Por ejemplo, un bebé de juguete no sólo representa un ente físico; sino aquellas acciones que una madre real —de carne y hueso— debe dedicar a su cuidado y las relaciones que con éste establece.

Y no sólo debemos resaltar elementos abstracto de tipo filial; sino también aquellas manifestaciones simbólicas hacia el poder, la dominación y otras variables apreciadas en el seno de la comunidad. Por ejemplo, la caza, la tauromaquia y otros festejos con animales no son únicamente actividades lúdicas; sino representaciones simbólicas del poder y de la dominación humana hacia los demás animales.

De esta manera, los juguetes que representan animales tienen la función tanto de enseñar la existencia o particularidades de tales entes como de recrear nuestra actitud y relaciones reales hacia los animales representados. A raíz de que nuestra especie mantiene con los animales una relación depredadora y parasitista, los juguetes creados en nuestro contexto cultural tenderán a transmitir aquellos prejuicios especistas que conforman nuestra cultura.

¡Derechos Animales ya! - Juguete Playmobil de policía con perro - Juego de policía
Este juguete de Playmobil recrea y normaliza la explotación de perros al servicio de la policía. Como sucede en otros casos, simboliza una relación mutualista y agradable para los animales. Un juguete no representará a un perro con el cuerpo reventado por la explosión de una bomba o su cara de poca felicidad cuando ya sean inútiles para el cuerpo de policía y los manden a sacrificar.

El papel de los juguetes especistas

Los juguetes actuales normalizan acciones como montar a caballo, esquilar ovejas, encerrar al ganado en un redil o explotar perros para detectar bombas. Todas estas representaciones tiene un denominador común: transmiten el prejuicio de que los animales existen para servirnos, de que tenemos derecho para usarlos en nuestro beneficio o que incluso son felices o prefieren ser nuestros esclavos. Todo ello desemboca en que los niños, en cuanto crecen, perciben como correcto o necesario explotar a los animales y someternos a nuestro servicio.

No obstante, llegados a este punto, merece la pena hacer un inciso muy importante. Los juguetes especistas pueden pueden transmitir el especismo porque representan una realidad que el niño o usuario percibe como tal. Si el juego no simboliza elementos abstractos de nuestra vida cotidiana —o no se presenta claramente como un entorno relacionado con la realidad del jugador—, no tiene por qué transmitir prejuicios ni incentivar la violencia. Esto dependerá, asimismo, del grado de madurez y de capacidad asociativa del niño o usuario.

Por ejemplo, los videojuegos, incluso cuando contienen violencia explícita, no son culpables de fomentar la violencia mientras quien los juegue tenga claro que el juego en cuestión no representa acciones que estén bien realizar o que debiera practicar en la realidad. Por el contrario, la menor edad de los menores y, en muchos casos, la cercanía implícita de los símbolos representados pueden hacer creer, verdaderamente, que sea correcto dominar y subyugar a los animales.

¡Derechos Animales ya! - Juguete Playmobil de pastores con vacas, cabras y bueyes - Juguetes especistas
Los juguetes especistas normalizan la esclavitud de los animales así como los instrumentos que utilizamos para controlarlos y coaccionarlos. Estos juguetes de Playmobil presentan la esclavitud animal como algo bonito, bello o bucólico.

Conclusión

En la actualidad, un amplia parte de nuestra sociedad se indigna por los casos de «maltrato animal», o acusa de psicopatía a quienes participan en formas de explotación animal mal vistas en la actualidad; al mismo tiempo que enseña, practica y avala otras formas de explotación animal igual de injustas e innecesarias. Así sucede porque la mayoría de la sociedad desconoce y es incapaz de inferir que tales acciones son las consecuencias lógicas y esperables de nuestro contexto cultural.

Si educamos y nos educan en que los animales tienen —o deben tener— un fin para nosotros, entonces cualquier apetito nuestro, por muy trivial y aberrante que fuere, pasa ser justificable en nuestra mente. Por tanto, no cabe extrañarse de que se cometa toda clase de violencia hacia los animales mientras una sociedad especista sigue transmitiendo el especismo a sus hijos mediante juguetes especistas.

Playmobil y otros fabricantes no tienen la culpa ni intencionalidad alguna, simplemente crean y diseñan los juguetes y los juegos que los consumidores compran. Y los consumidores adquieren aquello que representa su realidad aprendida desde la infancia. Queda en nuestra mano educar a nuestros hijos en el respeto que merecen los animales y dejar de crear y comprar juguetes que normalicen el especismo u otros prejuicios.

Respecto a la inculcación de la educación especista en la infancia, quisiera finalizar este artículo haciendo la mención de que el activista Samuel Guerrero Azañedo ejerce un magnífico papel como educador y promotor de una educación primaria centrada en los valores y el respeto hacia todos los animales.