activismo eficaz

Postureo en el activismo vegano

¡Derechos Animales ya! - Postureo en el activismo vegano - Activistas veganos
Los activistas veganos no somos héroes enmascarados. La superficialidad y el ego pueden convertirnos en parte del mismo problema que aspiramos a combatir. Ciertas organizaciones se lucran alimentando el postureo en el activismo vegano.

Introducción

El activismo vegano es una labor fundamental de los activistas para la difusión del veganismo y de los Derechos Animales. En los años que llevo como activista vegano, me he topado con toda clase de acciones, actitudes y comportamientos poco favorables para la causa. En este artículo quisiera criticar y condenar algunos hechos frecuentes y cotidianos sin intención de menoscabar a nadie en específico. Este texto pretende ser una crítica general a cuanto observo dentro del movimiento, no es un ataque dirigido contra alguien.

Si un activista vegano parte desde la premisa de que su labor se resume en promover que los animales merecen respeto para impulsar un cambio social, se vuelve evidente que dicho activista deberá aunar sus medios al alcance para ponerlos, debidamente, al servicio de los fines.

Sin embargo, la realidad cotidiana demuestra que muchos activistas veganos están más preocupados en su imagen, en llamar la atención, en sentirse bien dentro de sus burbujas ideológicas y en lograr opiniones, amistades o comentarios en redes sociales que en conseguir el avance social del veganismo.

Con todo ello, denomino «postureo en el activismo vegano» a aquellas acciones o actitudes que ejercen o favorecen una prioridad por el interés propio que por el interés de las víctimas a quienes defendemos. Con anterioridad dirigí unas críticas similares hacia aquellos activistas animalistas que actúan según criterios de organizaciones animalistas y a activistas que incurrían en egolatría. A continuación describiré algunas de las situaciones más frecuentes vinculadas a activistas que dicen ser veganos.

¡Derechos Animales ya! - Hombre con una lupa - Activismo vegano basado en criticar
Observar la realidad y analizarla tiene su utilidad si se traslada al resto de la población. A menudo se forman corrillos de activistas cuyas reflexiones no salen de entre cuatro paredes. Acontece una forma de postureo en el activismo vegano cuando importa más impresionar a otros activistas que salir de una zona de confort.

Pérdida de tiempo en chats y grupos internos

La comunicación entre activistas puede ser fundamental y muy amena. Nos permite compartir experiencias, noticias, sucesos e incluso sentimientos y emociones que nos ayuden a continuar o sobrellevar un mal trago. No obstante, hay un número bastante considerable de activistas que pasan demasiado tiempo en chats y grupos internos en redes sociales o herramientas como Whatsapp, Telegram y análogos.

A menudo, estos chats o grupos internos funcionan como un corrillo de activistas que se reúnen para descargar su estrés del día y divertirse mientras critican a especistas, bienestaristas, organizaciones y empresas variadas. El activismo vegano no tiene por qué ser algo serio o aburriente, por supuesto, pero debe existir un límite entre una conversación provechosa y una conversación ociosa.

El tiempo que un activista dedique a permanecer charlando asuntos triviales con otros compañeros es un tiempo maravilloso que está perdiendo en hablar con otras personas humanas interesadas en el veganismo, en formar a otros activistas o en crear un contenido intelectual propio con esta misma finalidad.

Puedo comprender que uno no tiene ganas ni fuerzas todos los días de permanecer al pie del cañón y que necesita desconectar. Mi crítica va específicamente para cuando tales grupos se convierten en meros pasatiempos en donde se genera una burbuja de opinión y se crea un lugar artificial en que el activista de turno se encuentra bien sin aportar nada a la causa.

Una de las razones, entre otras, que me han llevado a abandonar todas las redes sociales ha sido la facilidad con que uno puede perder un tiempo valioso de su vida en lugar de hacer cosas más productivas.

¡Derechos Animales ya! - Pizza con tomates
Habitualmente, muchos activistas pasan más tiempo hablando de cocina y compartiendo recetas que explicándole a la sociedad las razones éticas para evitar el consumo de productos de origen animal. Acontece una forma de postureo en el activismo vegano cuando importa más la forma que el fondo.

Críticas superficiales a organizaciones o empresas explotadoras

Otro ejemplo diario de postureo en el activismo vegano lo observo cuando un activista deja comentarios o dirige una crítica pública a organizaciones animalistasIgualdad Animal, Anima Naturalis, etc.—, ecologistas —GreenPeace, WWF, etc.— o diversas empresas que participan en la explotación animal —MacDonald's, KFC, etc.— con el único afán de llamar la atención de sí mismo y de sus colegas sobre cuán comprometido es como activista o mostrar una adhesión o compromiso que no se tiene en realidad, o que no se demuestra en otros momentos más propicios.

Uno podría afirmar, con razón, que resulta complicado saber si estas críticas o comentarios, expuestos por estos activistas, tienen una intención genuina o meramente egocéntrica. A pesar de ello, en muchas ocasiones se muestran demasiado evidentes. Por ejemplo, unos pocos activistas estuvimos involucrados en la creación del primer partido vegano de España. Por desgracia, tras un año de intenso trabajo, tuvimos que cerrar nuestras puertas por las graves faltas de apoyos.

En más de una ocasión, he contemplado cómo diversos activistas pedían cambios en las políticas o enfoques de otros partidos políticos mientras no querían arrimar el hombro para ayudarnos. Carece de sentido que PACMA abandone el bienestarismo, el proteccionismo y su discriminación especista entre animales si los propios activistas veganos prefieren invertir su tiempo en rogarle a un grupo —a quien no le importan un bledo los animales— en lugar de ayudar o de colaborar con quienes sí defienden la causa vegana.

Las organizaciones y empresas que participan y se lucran por medio de la miseria de los animalesy de la compasión que esto despiertano van a cambiar mientras el grueso de la sociedad siga siendo especista y bienestarista. Y eso no va cambiar mientras muchos activistas veganos malgasten tiempo en grupos internos o apenas salgan para exigir unos cambios que se convierten en imposible por la falta de coherencia propia.

¡Derechos Animales ya! - Mundo con mascarilla
La pandemia del coronavirus ha trastocado el activismo vegano y evidenciado el fuerte sesgo antropocéntrico todavía presente entre los activistas veganos. Acontece una forma de postureo en el activismo vegano cuando cualquier novedad hace cambiar la agenda del activista para no pasar desapercibido.

Sesgos antropocéntricos por la pandemia del coronavirus

La pandemia del coronavirus ha servido para volver a poner de manifiesto lo mejor y lo peor del ser humano. Por un lado, hubo voluntarios para crear las vacunas y humanos que, debido al confinamiento, entendieron en parte la injusticia y sufrimiento de los animales encerrados en jaulas, zoológicos, acuarios y otros centros. Por otro lado, el especismo, el interés egoísta y la paranoia han propiciado nuevos crímenes, como el exterminio de millones de visones y la experimentación con animales hasta cotas nunca vistas.

Entre lo negativo que la pandemia ha traído para los animales, por causa de nuestro antropocentrismo, está la postergación o abandono de las prioridades éticas de los activistas veganos. En estos tiempos he observado con estupor cómo una infinidad de compañeros dejaban a un lado el activismo vegano —y sus blogs al respecto— para dedicarse a casi tiempo completo a hablar sobre los efectos de la pandemia, teorías conspiranoicas y otros asuntos políticos que en nada se relacionan con los animales y sus percances.

Asimismo, se observa con demasiado frecuencia el interés personal de muchos activistas al introducir problemáticas humanas e ideales políticos determinados para encauzar el movimiento vegano según sus propios intereses. El interseccionalismo, lejos de ser un ideal unificador, sólo causa la división entre colectivos humanos y la marginalidad más absoluta de los animales ante una sociedad invadida por un antropocentrismo primitivo.

No hay nada de malo con que un activista vegano, como cualquier persona humana, se exprese sobre temas ajenos al veganismo o que mantenga una postura abierta sobre algo. Yo mismo he dedicado y dedico tiempo a múltiples temáticas. Sin embargo, si entendemos que los animales son las víctimas más marginadas y desatendidas, si los activistas veganos sucumbimos frente a asuntos humanos, los animales quedan virtualmente sin nadie que hable en defensa de sus intereses inalienables.

¡Derechos Animales ya! - Vanidad de una mujer
Valorarse a un mismo y tener una alta autoestima se vuelve fundamental para cambiar el mundo. Acontece una forma de postureo en el activismo vegano cuando la motivación de un activista está en destacar, sentirse mejor con uno mismo o defender sus propios intereses o los de su grupo en detrimento de los demás.

Una conclusión sobre el postureo en el activismo vegano

Los activistas veganos somos humanos y, por ello, cometemos errores. Ningún activista está exento de incurrir en acciones y actitudes dañinas para el movimiento y para los animales. Queda en nuestras manos hacer un esfuerzo de autocrítica para paliar y minimizar nuestros defectos.

Traicionamos a los animales cuando supeditamos nuestros intereses personales o los de otros humanos frente a sus vidas, libertad e integridad. Nosotros somos la primera línea de defensa de las víctimas no humanas frente a la violencia, la coacción, la manipulación y las mentiras institucionales con que gobiernos y empresas buscan perpetuar un statu quo basado en la supremacía humana y nuestra dominación más vil sobre quienes pertenecen a otras especies.

Este artículo fue actualizado el 22/01/2024

Adrián López Galera

Adrián López Galera

Grado en Biología. Máster en Estudios Lingüísticos, Literarios y Culturales. Amplia experiencia en Derechos Animales, Escritura Creativa y Administración de sistemas informáticos.