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Decálogo para el activismo vegano en internet

Activismo vegano en internet - Activistas por los Derechos Animales - Decálogo para el activismo vegano en internet
El activismo vegano en internet y redes sociales se convierte en un instrumento fundamental para lograr un cambio social a favor de los Derechos Animales. En este artículo presento un decálogo para el activismo vegano

La importancia del activismo amerita un decálogo para el activismo vegano en internet

El veganismo es un principio ético que se fundamenta en los Derechos Animales. Uno da (o debe dar) el paso hacia el veganismo cuando comprende que los animales merecen respeto y que no serlo implicar participar directa o indirectamente en su explotación sistemática. Mientras los animales no tengan derechos legales, poco importa que existan determinadas regulaciones legales sobre el uso de la propiedad animal.

Las regulaciones legales sobre la propiedad animal ya parten desde la premisa especista de que los animales sean seres inferiores que existan para servirnos. Éstas no pueden protegerlos en una sociedad que considera correcta la explotación animal a causa del especismo. Por ello, el activismo vegano en internet se convierte en una vía esencial que debemos explotar por la causa y requiere activistas formados y comprometidos por la causa.

El activismo vegano ha encontrado un nicho muy importante en las redes sociales gracias a las tecnologías actuales. Y queda en manos de los activistas transmitir una información honesta y veraz para promover el respeto que merecen las víctimas no humanas.

Esto se vuelve especialmente importante en un contexto social marcado por la absoluta desinformación y el bombardeo sin pudor de decenas de organizaciones animalistas (bienestaristas) que tergiversan los términos y engañan a la sociedad por tal de obtener donaciones u otros fines personales. Dichos colectivos se limitan en redes a criticar festejos y acciones, ya sean autóctonas o extranjeras (preferentemente) en que la mayoría de los animalistas no están de acuerdo de antemano. O, a veces, ni tan siquiera eso.

El activista vegano, dada la manipulación que aquí se denuncia, tiene la obligación de desterrar el término «maltrato animal», el cual sólo significa oponerse a aquel daño que no nos beneficia, y hablar en su lugar de explotación animal para aclarar conceptos entre la gente.

Nuestro error fundamental como sociedad no reside en que tratemos mal a otros animales; sino en que nos creamos con legitimidad para regir sus vidas al mismo tiempo que propugnamos vigorosamente que nadie debiera regir la nuestra.

Los animales son nuestros esclavos y no debieran serlo. Asimismo, pulula entre muchos activistas el uso del término «carnismo», éste propaga al falsa creencia de que el especismo sufrido por los animales explotados para comida sea diferente del especismo sufrido por el resto.

Si se tiene un interés real por las víctimas y algo de constancia, podemos hacer muchísimo activismo vegano por los demás animales  en internet y en las redes sociales sin las dificultades o complicaciones derivadas del activismo de calle, a saber: permisos al ayuntamiento, costos por carteles y panfletos, mobiliario, pasar muchas horas de pie, etc.

Cabe recordar que el vandalismo y la violencia no son cauces coherentes si se quiere llevar un mensaje de cambio a la sociedad; pues la destrucción de bienes públicos, además de inútil sólo genera rechazo y penas judiciales. Debemos recordar siempre la efectividad de la no-violencia y que resulta una contradicción un activismo vegano violento para promover un principio ético de paz hacia los animales.

Decálogo para el activismo vegano en internet

  1. Haz activismo vegano. Podrá sonar perogrullesco. Pero únicamente un pequeño porcentaje de gente vegana realiza activismo (de la manera que fuere). Resulta comprensible que el caso de cada uno es distinto y que existen limitaciones personales, familiares, labores, etc., que pueden impedirnos la dedicación al activismo. Sin embargo, cualquier pequeña acción activista cuenta muchísimo y podemos hacer mucho con tan sólo proponérnoslo. Reflexiona sobre tus capacidades, habilidades y gustos. Seguro que encontrarás una manera de difundir el veganismo.
  2. Que tus textos y publicaciones sean públicos para abarcar a la máxima cantidad posible de lectores. Si temes que otros te espíen o descubran algo de ti, usa cuentas secundarias o anónimas.
  3. Prepara mensajes genéricos para responder a distintos temas comunes dentro de los Derechos Animales (plantas «sintientes», cadena alimenticia, leones, pobres ganaderos, bienestarismo, ecologismo, falacia sobre que debemos respetar culturas ajenas, etc.). Luego podrás manipularlos ligeramente según el receptor. Esto te ahorrará mucho tiempo y esfuerzo.
  4. No te limites a tu perfil, contactos o grupos conocidos. Debemos intentar romper el efecto «burbuja» (quedarnos aislados en una cámara de resonancia). Publica en grupos y páginas bienestaristas, perro-gatistas, ecologistas, taurinas, cazadoras, veterinarias, ecuestres, ganaderas, etc. Cualquier mensaje dejado tiene una posibilidad propia de que alguien lo lea.
  5. No te limites a Facebook o a otras redes sociales. Usa otras redes sociales, comenta en periódicos, páginas de divulgación, foros variados o hazlo en tu propia web (cuidando el diseño). En este último caso podemos cuidar de que nuestro contenido quede lo mejor indexado para que lleguen lectores mediante búsquedas genéricas. Si te gusta el sitio web de ¡Derechos Animales ya!, ¡compártelo!
  6. Sé educado, pero no sigas las convenciones sociales. Aunque resulta más efectivo dirigir nuestros mensajes. No hay nada de malo en dejar comentarios veganos en, por ejemplo, vídeos de Youtube que no tienen nada que ver con el veganismo. El spam (en un sentido ético) no se aplica cuando las acciones van encaminadas hacia la defensa de los débiles en lugar de al lucro.
  7. Ten paciencia. Las respuestas, si llegan, van a ser desde hirientes hasta tan absurdas como si las hubiera escrito un peque de preescolar aporreando un teclado. En la mayor parte de las ocasiones te encontrarás a gente que directamente no leerá tus mensajes y publicaciones, y responde con sus mismos prejuicios e ignorancia una y otra vez. Y, sorprendentemente, también hallarás gente animalista que responderá con un «firmo» aun cuando en la publicación y comentario no haya nada que firmar.
  8. Controla las emociones. Resulta tremendamente complicado estar al pie del cañón, soportar estupideces variadas y, para colmo, expresar una sonrisa. Intentar que el activismo no nos afecte adquiere su importancia cuando se lleva mucho tiempo invertido. Y no sólo hemos de tomárnoslo con calma por las víctimas, sino por nuestra propia estabilidad mental.
  9. No hagas activismo para ensalzar tu ego ni perviertas el significado del mismo. El activismo vegano no gana aplausos en las redes, sino, sobretodo, ataques y desprecios de una masa especista. Quienes se apunta al activismo vegano por sus propios intereses acaban mostrando su patita acomodaticia y flaco favor les hacen a las víctimas confundiendo a la gente al mezclarlo con ideales políticos o sociales de cualquier clase.
  10. Acepta que no verás casi ningún resultado visible en tu día a día. A todos nos gustaría cambiar el mundo de un día para otro, pero el mundo está compuesto por la suma de millones de individuos (humanos, en este caso) que ejercen centenares de acciones diarias que repercuten sobre terceros. Las organizaciones animalistas viven, precisamente, de vender victorias con que tranquilizar la conciencia de sus donantes al concender una «recompensa inmediata». Se requiere alcanzar una masa vegana importante (en torno al 10 %) para que los cambios empiecen a ser palpables. Ese porcentajes es alcanzable en las próximas décadas. ¿Lucharás hasta entonces?

¡Difunde el veganismo sin mirar dónde y sin mirar a quién!