El principio humanitario como paso para adoptar el veganismo
El principio humanitario es un puente hacia el veganismo
A menudo, las organizaciones animalistas tratan de justificar sus campañas y recogidas de fondos alegando que el principio ético del veganismo resulta demasiado «radical» para la mayoría de la sociedad. Con este argumento, excusan acciones como promover el vegetarianismo, el bienestarismo, la salud personal, la preocupación por el medio ambiente, el reducetarianismo y un enfoque monotemático y reduccionista.
Si entendemos que los animales merecen respeto, cualquier mensaje no pasa a ser automáticamente válido por muy buena intención que se tuviera. El hecho de que necesitemos un puente para conectar a la gente con el veganismo no equivale a que cualquier cosa valga como puente. Si no cumple con el principio de igualdad, entonces no vale. Y, además, si no conduce necesariamente a poner en práctica el veganismo tampoco vale. ¿Habría alguna opción viable para crear un puente entre los animales y la sociedad? Sí, está el llamado principio humanitario.
El principio humanitario —o de trato humanitario hacia los animales— que dice no debemos infligir daño, sufrimiento o muerte a los animales cuando no hubiese una necesidad suficiente que lo justificara. Este principio forma parte de la moral convencional en nuestra sociedad y, prácticamente, todo el mundo lo comprende y aplica de forma intuitiva.
El principio humanitario ha sido desarrollado argumentalmente en algunos artículos por el profesor Mylan Engel Jr. Si bien, Engel no lo denomina de esa manera; sino que utiliza términos como «sentido común». Sin embargo, viene a ser esencialmente el mismo concepto que refiere el principio de trato humanitario del profesor Gary L. Francione.
Si entendemos que debemos evitar atropellar animales en las carreteras y que ellos son víctimas de la fragmentación de hábitats, también debemos entender que podemos evitar el consumo de animales y otras formas de explotación animal. Sólo tenemos que cuestionar nuestros hábitos asumidos.El enfoque humanitario es un paso intermedio para adoptar el veganismo
Sin embargo, el enfoque humanitario no llega a ser un principio ético, en sentido estricto, porque aceptaría el uso de animales en determinadas circunstancias extremas de supervivencia y parte desde la premisa falaz de que la supuesta necesidad legitime acciones contrarias al principio de igualdad.
El principio humanitario no está exento de defectos; pues el concepto positivo de necesidad puede estar sujeto a la circunstancia. A pesar de ello, si consideramos que la costumbre, la tradición, el placer, la diversión, o la comodidad, no entran dentro de la categoría de necesidad, entonces el enfoque humanitario nos conduciría, necesariamente, a dejar de utilizar animales en todos los ámbitos de la vida cotidiana. Por tanto, decimos que principio humanitario es un principio protomoral.
El principio humanitario nos deja, pues, en la entrada de la ética; por eso es un puente. No obstante, sólo llegamos a la ética cuando entendemos que explotar a seres sintientes no se justifica en ninguna circunstancia y lo asumimos en nuestra conducta.
Otra ventaja del principio humanitario radica en que resulta intuitivamente comprensible para todo el mundo. No es necesario comprender nuevas ideas como el principio de igualdad, la noción de valor inherente o el concepto de derechos legales basados en la sintiencia. Estas ideas son ajenas a la mayoría de la gente porque no se enseñan en la educación pública y se mantienen ligadas un contexto académico superior.
Casi la totalidad de las formas de explotación animal que la humanidad practica no son necesarias bajo ningún punto de vista que no sea el mero placer. No necesitamos montar en camello para hacer turismo por Egipto. El ser humano explota animales porque los considera objetos a su servicio, no porque lo necesitemos.Conclusión
Si las organizaciones animalistas y otros particulares pusieran en práctica el principio humanitario, sí estarían ayudando en el avance de los Derechos Animales y estarían preparando a la sociedad para comprender el veganismo. Sin embargo, las grandes organizaciones animalistas prefieren continuar promoviendo el antropocentrismo y el especismo para maximizar beneficios económicos con sus socios y empresas afines sin propiciar que la sociedad realice ninguna reflexión ética sobre el origen de la explotación animal o nuestra legitimidad para tenerlos como esclavos.
Los activistas por los Derechos Animales defendemos el veganismo y recomendamos la apelación al principio humanitario como puente para allanar el camino de las personas no veganas hacia la comprensión de que los demás animales con quienes compartimos el planeta no son seres inferiores que existan para servirnos.
Al mismo tiempo, pedimos que se desechen aquellos enfoques que refuerzan y perpetúan la creencia dogmática de que los humanos seamos más importantes, de que baste con rechazar el maltrato animal o que el problema de los animales esté únicamente en el sufrimiento que padecen como consecuencia de ser objetos ante la ley.