ecologismo

100 000 toneladas de soja para alimentar al ganado esclavizado

¡Derechos Animales ya! - Buque mercante - Llega a Amsterdam un buque con 100 000 toneladas de soja, proveniente de Brasil, para alimentar al ganado esclavizado
Según la FAO, hasta el 70% de la producción agrícola mundial se destina a alimentar al ganado esclavizado. Los cereales, provenientes de países como Brasil, se cultivan en zonas deforestadas por la ganadería. En esta publicación tomamos como ejemplo de este hecho la noticia de la llegada a Amsterdam de un buque con 100 000 toneladas de soja.

100 000 toneladas de soja para alimentar a nuestros esclavos

El 10 de julio del 2020 atracaba en Amsterdam un gran carguero con 100 000 toneladas de soja proveniente de Brasil para alimentar al ganado esclavizado en Europa. De esta noticia se hacía eco la organización proteccionista WWF, la cual, como viene siendo de costumbre, centra su discurso en la deforestación de la Amazonia, la contaminación y la pérdida de biodiversidad causada por las acciones humanas. No condenarán nunca el asesinato masivo de animales —que sí sienten y padecen— cuando se encuentran cautivos en granjas u otros centros.

A las organizaciones de este tipo sólo les preocupa que esta soja procede de la deforestación masiva del Amazonas y que la ganadería intensiva genera una contaminación atroz. No les importa lo más mínimo cuestionar la propia inmoralidad de criar, explotar y asesinar animales por el simple placer de comerlos. El ecologismo especista da por sentado el prejuicio de que los animales existen para servirnos.

Lejos de repetir los mismos argumentos bienestaristas y antropocéntricos que acaparan los medios de comunicación, en este artículo quisiera señalar —una vez más— que la destrucción de la naturaleza es la consecuencia lógica y esperable de nuestra mentalidad antropocéntrica.

La ganadería es tanto una actividad injusta para los animales como incompatible con el ecologismo. Estas 100 000 toneladas de soja y de otros de alimentos, que podrían destinarse a consumo humano, terminan en las bocas de pobres animales confinados y explotados por el ser humano.

Existe la creencia irracional e infundada de que la práctica del veganismo supondría un mayor impacto sobre la Tierra. Es justamente al contrario: la ganadería llega a consumir hasta el 70% (según países) de la producción agrícola total.

Un mundo vegano supondría, al menos, un impacto 5 veces menor para la misma cantidad de población dada, sin siquiera contar con cambios de hábitos referidos al transporte, a la generación de energías o la gestión de desechos.

Sin el veganismo no puede existir un ecologismo ético ni coherente.