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¿Los humanos sienten desprecio por la vida?

¡Derechos Animales ya! - Búsqueda de vida en el espacio exterior - Antropocentrismo
El ser humano busca vida en el espacio exterior para explotar a otros seres vivos como hace en la Tierra con los animales. Y si no hubiera vida fuera de la Tierra, igualmente nos sentiríamos satisfechos al considerarnos únicos en el universo y nos henchiríamos de antropocentrismo aduciendo explicaciones científicas. Los humanos sienten desprecio por la vida y quizás el principio de Hanlon pueda servirnos para entender el porqué de nuestras acciones.

El arte refleja la alteridad humana

El séptimo arte es, a mi juicio, el que mejor representa la hipocresía humana cuando manifiesta su preocupación sobre la existencia de vida en el espacio exterior. Vemos en un sinfín de películas que vienen extraterrestres a invadir la Tierra.

En la mayoría de las ocasiones, se los representa como colonizadores, exterminadores o esclavistas: buscan acabar con la raza humana y reducirla a condición de esclavos. Otras veces, se menciona además que se trata de organismos o civilizaciones que actúan como «langostas», arrasando por donde van o que se consideran más inteligentes y cuentan con una tecnología capaz de aniquilar la humanidad en un segundo...

Ninguno de estos detalles descriptivos y argumentales proviene de la casualidad, al igual que tampoco resultó casual que la literatura fantástica decimonónica encontrara su esplendor mediante tratamiento del monstruo. En ambos casos, el ser humano genera un espejo de sí mismo y lo plasma en forma de enemigo al que combatir.

En lugar de reconocer nuestros defectos y progresar como sociedad, plasmamos nuestros miedos, tribulaciones y malas acciones en terceros para excusar y justificar nuestras acciones injustas y egoístas, o darnos ánimos para mejorar el mundo después del desastre.

¡Derechos Animales ya! - Sistemas solares en la galaxia - Vida en el espacio exterior
¿Estamos solos en el universo? ¿Existirá vida en el espacio exterior? ¿Dejarán los humanos de sentir desprecio por la vida?

Los humanos sienten desprecio por la vida

Cuando representamos que los aliens buscan destruir y esclavizar a la humanidad, realmente estamos utilizándolos cual chivos expiatorios.

Plasmamos en ellos lo mismo que hacemos nosotros contra los animales y lo mismo que haríamos sobre otros seres si encontrásemos un planeta con vida y recursos explotables.

El ser humano, por razones biológicas y culturales, tiende a buscar su propio beneficio y a maximizar la explotación de los recursos disponibles. Esto lo convierte, por desgracia, en ser con tendencias a la colonización y al esclavismo, cuando se fusiona la pragmaticidad con el fenómeno de la cosificación moral.

En su infinito antropocentrismo...

No necesitamos buscar vida en el espacio exterior. Debemos primero a reconocer moralmente a los demás animales con quienes compartimos el planeta y de dejar de personificar en los extraterrestres las aberraciones que cometemos contra los animales.

¡Derechos Animales ya! - Señal verde de salida de emergencia - Principio de Hanlon
El veganismo es la única salida ética para que los humanos dejen de despreciar la vida de los animales.

Un principio ético contra el antropocentrismo

El antropocentrismo, irónicamente, no sólo destruye vidas ajenas a nuestra especie; sino que pervierte la mente humana hasta el punto de generarnos culpabilidad, tribulaciones y miedos ante el hecho de que nuestro subconsciente sabe, en el fondo, que cometemos crímenes y aberraciones injustificables contra los animales.

Ante el desprecio que los humanos sienten por la vida existe un principio ético que aspira a combatir al antropocentrismo: el veganismo. Conocer la historia del veganismo resulta crucial para su relación con otras injusticias y por qué se trata de un deber moral para la humanidad.

El antropocentrismo, como todos los prejuicios, no requiere de ningún esfuerzo para penetrar en la mente de un sujeto humano. Basta con ser ignorante y procurarse un beneficio propio a costa de los animales para convertirse un humano antropocéntrico sin que uno sea consciente de ello. Lo difícil no es ser injusto o violento; sino en ser justo y pacífico.

El veganismo pretende devolver la justicia que merecen los animales sin ejercer violencia alguna contra la sociedad. A pesar de su lógica intrínseca, a la sociedad le cuesta entender por qué debemos desterrar el antropocentrismo y respetar a los animales.

Señal prohibido alimentar animales indeseados en Sevilla - Los humanos sienten desprecio por la vida - Principio de Hanlon - Antropocentrismo
Advertencia de la prohibición municipal en relación a alimentar animales no humanos en la vía pública. El uso de semejantes adjetivos revela tanto una actitud supremacista como la ignorancia de que, para otros seres humanos, no existen los animales indeseables. Es más, tal calificación sólo podría aplicársele a otro Homo sapiens como juicio por sus acciones.

¿Por qué los humanos sienten desprecio por la vida de los animales?

Miramos a los animales no parecemos encontrar en ellos lo mismo que buscamos en nosotros. Miramos a los animales con desdén y supremacía porque nosotros mismos hemos transmitidos de generación en generación una serie de argumentos falaces e historietas —religiones— con que justificar la imposición de nuestros intereses sobre terceros. ¿No va siendo hora de evolucionar?

Los activistas veganos nos enfocamos en los animales no humanos porque son seres con intereses inalienables que debemos respetar por los mismos motivos que establecemos en los Derechos Humanos para nuestra especie. Sin embargo, la situación que padecen tales víctimas no se deben a que sean «animales»; sino sencillamente a que no son humanos. Tanto una hormiga como un jaramago suelen recibir el mismo trato en nuestra sociedad.

A quienes se consideran ecologistas les menciono a menudo que velar por el medio ambiente sin reconocer moralmente a aquellos sujetos que lo integran no llega ni llegará a la raíz del problema; pues con tal utilitarismo seguiremos juzgando nuestras acciones como estrictamente individuales. Casi nadie reconoce a los no-humanos como personas (individuos con un valor intrínseco).

Activismo vegano en Costa Rica
Una sesión de activismo vegano organizada por activistas en Costa Rica.

¿Por qué a la humanidad le cuesta despojarse de su desprecio por la vida de los animales?

Una de las respuestas más comunes que recibimos los activistas es: «No me planteo cambiar mi dieta». Esto significa dos cosas: que no ha entendido nada de cuanto tratamos de explicar y que hará cualquier cosa por reafirmarse.

Debido al acoso mercantil, una vasta cantidad de transeúntes reacciona ante nuestra presencia como si estuviésemos ofreciendo un seguro de hogar, vendiendo cuchillos de acero inoxidable o invitándolos a un nuevo credo esotérico.

Frente a este duro ecosistema, son numerosos los grupos que nos atosigan con sus mentalidades utilitarias. Diversas organizaciones hablan de eficacia y reducen la cuestión a un conjunto de cifras que acaban sesgando la realidad hasta hacerla digerible por ciertos individuos con mayor interés en ceder su responsabilidad moral que por hacer algo al respecto. Me refiero, concretamente, al activismo institucionalizado que se lucra en nombre del animalismo.

El bienestarismo transmite subrepticiamente que la sociedad no está «preparada» para respetar a los animales no humanos y adquiere matices paternalistas que consiguen agrandar egos y ningunear a las víctimas por partes iguales. Por ello, hemos de sopesar una serie de nociones psicológicas que intentan explicar a diario psicólogos del gabinete Vegan Publishers y tratadas con asiduidad por eminencias como Gary L. Francione y sus cinco principios del activismo.

¡Derechos Animales ya! - Principio de Hanlon - Antropocentrismo
Ilustración en que aparece citado el principio de Hanlon. Los humanos sienten desprecio por la vida a causa de su ignorancia.

El principio de Hanlon

La gente no es tonta ni malvada. Como dicta el principio de Hanlon «nunca atribuyas a la maldad lo que puede ser explicado por la estupidez». Si un activista incurre en la misantropía está tergiversando psicológicamente por qué el otro participa en la explotación animal. Si no somos capaces de reconocer el origen de una conducta, ¿cómo llegaremos a enmendarla?

La no explotación humana también causó —y causa— una pérdida potencial de ganancias y, a pesar de ello, el mundo occidental rechaza mayoritariamente la discriminación entre seres humanos. Entonces, ¿por qué acaso no vamos a conseguir igualmente una evolución radical del paradigma en el caso de los no-humanos?

Asumir el antropocentrismo como un mal inevitable y no hacer nada al respecto conlleva negar absolutamente las transformaciones ocurridas en el último siglo respecto a nuestra especie. Si la sociedad actúa por estupidez —atendiendo al principio de Hanlon— y no por la maldad, entonces cualquier problema de índole social es potencialmente solventable.

Dado que la lógica detrás es análoga, lo único necesario radica en el tiempo y empeño que dediquemos a defender los intereses inalienables de todos los implicados. No bastan con promover el «bienestar animal», o posicionarse en contra de las jaulas o de los espectáculos especialmente cruentos.

¿Qué debemos sacar en claro? Pues que los humanos sienten desprecio por la vida de los animales a causa del antropocentrismo y que el antropocentrismo, como cualquier otro prejuicio, puede combatirse mediante activismo educativo.

La transformación social será posible si realizamos un activismo en condiciones y hablamos con educación, respeto, tacto y nos esforzamos en comprender por qué la otra persona propugna acciones contrarias a los intereses de terceros con el fin de estimular su empatía.