leyes

La sociedad no comprende los Derechos Humanos

¡Derechos Animales ya! - Los niños son víctimas de las guerras - La sociedad no comprende los Derechos Humanos
Muchos miembros de nuestra sociedad dicen o creen estar en contra de diversas injusticias mientras las excusan y justifican. Si la sociedad no comprende los Derechos Humanos, no puede entender los Derechos Animales.

La sociedad adolece de un déficit de ética

En múltiples artículos, he dedicado largas explicaciones sobre cómo afrontar el activismo vegano. Entre mis menciones más habituales suele estar la autocrítica de señalar qué hago o hacemos mal los activistas en nuestro empeño de trasladar las bases del veganismo y de los Derechos Animales al resto de la ciudadanía. En esta entrada, por el contrario, quisiera lanzar una reflexión respecto a las dificultades inherentes de nuestro activismo debido a las carencias educativas, reflexivas y culturales de nuestra sociedad.

Muy a menudo, con mayor o menos acierto, los activistas veganos tratamos de mostrar y explicar las injusticias que padecen los animales. Para ello, usamos textos, imágenes, esquemas y toda clase de herramientas a nuestro alcance. Cabe entender que, para la mayoría de la gente, el mensaje vegano suena tan tajante y radical que llega a despertar resquemor o sentimientos encontrados por la propia conciencia de cada uno.

¡Derechos Animales ya! - Niño con manos pintadas con la bandera del orgullo gay
Asuntos como la homosexualidad y la homofobia son un ejemplo actual de discriminación e injusticias ante la cosificación e instrumentación de seres humanos por su condición sexual. La sociedad no comprende los Derechos Humanos cuando utiliza rasgos biológicos o sociales como criterios para discriminar moralmente. Racismo, sexismo y especismo comparten la misma base.

Si la sociedad no comprende los Derechos Humanos, no puede entender los Derechos Animales

Y una de las maneras más útiles y adecuadas de alcanzar la empatía de los oyentes está, a mi juicio, en introducir conceptos claves de los Derechos Animales y utilizar analogías entre la esclavitud animal y la esclavitud humana.

Al hacerlo, puede ocurrir que la otra persona vaya captando las bases de nuestros argumentos. Aunque muestre rechazo o exprese disconformidad, este primer paso de comprensión se vuelve indispensable para poder continuar.

En estas circunstancias, también puede suceder justo lo contrario: que el oyente excuse o rehuya de cualquier analogía o reflexión. Con bastante frecuencia, hay quienes, en este contexto, empiezan a justificar la explotación animal alegando que también verían bien en humanos ciertas acciones injustas.

Por ejemplo, recientemente mantuve una conversación en persona con una mujer que justificaba la experimentación científica en animales —entre otras formas de explotación animal— señalando que tampoco le parecía mal la experimentación forzada en humanos, incluidos bebés y niños, si esto salvaba la vida de millones de personas [humanas].

¡Derechos Animales ya! - Abuso infantil
Justificar la experimentación forzada en niños no es diferente de legitimar el abuso sexual infantil ni otras injusticias en menores. La sociedad no comprende los Derechos Humanos cuando considera un «fin mayor» justifica el abuso contra los débiles.

La gravedad del utilitarismo moral

Este tipo de afirmaciones acontecen porque, en nuestros días, el grueso de la sociedad no comprende los Derechos Humanos. Una gran parte cree que conoce el significado de conceptos como el «respeto» o la «tolerancia», aun cuando su mentalidad asumida es la del utilitarismo moral, es decir, la asunción de que las acciones son correctas o incorrectas según la relación subjetiva entre el beneficio o perjuicio que causa en unos para beneficio de otros.

Si alguien con plenas facultades justifica la experimentación forzada u otras formas de explotación humana significa, inherentemente, que no ha comprendido ni reflexionado sobre lo que son los «intereses inalienables», los «derechos» ni acerca del propio significado de los Derechos Humanos.

Como ejemplo de que la sociedad no comprende los Derechos Humanos, tenemos el hecho chocante de que muchas personas humanas lleguen a considerar que una dieta 100% vegetal constituye una forma de maltrato infantil mientras no dudan en practicar o justificar el agujereamiento de las orejas de sus hijas como ejerce contra el ganado. La mayoría de la gente asume que acciones como el genocidio perpetrado por los nazis o la infibulación femenina constituyen horrores de la humanidad mientras participa en acciones igualmente injustas.

Podemos ver a gente muy piadosa que no duda en incurrir en una violencia despiada contra los animales. A modo de anécdota, hace no mucho me fijé en una carnicería que mostraba un póster sobre la pasión de Cristo. Qué irónico resulta si uno se pone a imaginar la pasión que debieron de sufrir esas pobres víctimas, cuyos cadáveres se muestran al público a través de una cámara frigorífica.

Si no bastase con un cinismo involuntario, podríamos también señalar miles de casos sobre cómo la sociedad comete a diario toda clase de tropelías e injusticias contra sus congéneres con plena conciencia de sus actos. Las guerras, matanzas, abusos sexuales, etc., son la señal evidente de que debemos cuestionar nuestros actos y creencias desde la raíz.

¡Derechos Animales ya! - Manifestaciones violentas y la filosofía griega
Las guerras o las manifestaciones violentas son otro ejemplo actual de que la humanidad adolece de un déficit de ética. Si la sociedad no comprende los Derechos Humanos, no puede progresar hacia la justicia. Dicha escasez limita gravemente los avances en materia de Derechos Animales.

Conclusión

Los activistas veganos, como herederos de quienes una vez fueron abolicionistas de la esclavitud negra, nos encontramos con unas enormes obstáculos para trasladar nuestro mensaje. Tales dificultades no dependen únicamente de nuestras habilidades verbales, de nuestra dialéctica o de nuestro conocimiento sobre diversas materias con que refutar falacias, falsedades y otras prácticas.

Los activistas del pasado no sólo se enfrentaron al profundo racismo instaurado en la sociedad; sino también al propio desconocimiento y a las arbitrariedades de los humanos de entonces. Del mismo modo, nosotros no solamente luchamos contra el prejuicio del especismo; sino también contra otras graves carestías que complican o impiden la plena comprensión de nuestro mensaje de respeto hacia los animales.

Para que un miembro de la sociedad humana alcance a convertirse en vegano se vuelve imprescindible que posea algunas nociones éticas básicas. Dada la grave escasez de principios en muchos humanos, el principio humanitario cobra una especial relevancia para sentar una base ética en tales personas.

Este artículo fue actualizado el 22/01/2024

Adrián López Galera

Adrián López Galera

Grado en Biología. Máster en Estudios Lingüísticos, Literarios y Culturales. Amplia experiencia en Derechos Animales, Escritura Creativa y Administración de sistemas informáticos.