El sensocentrismo discrimina entre animales según su sintiencia
El sensocentrismo no debe confundirse con el veganismo
Una de las actividades más importantes que podemos realizar los activistas veganos es aclarar conceptos e instruir a activistas. Por ello, en este artículo quisiera ahondar en un concepto que se confunde y entremezcla con el significado del veganismo: el sensocentrismo. En otra entrada dediqué un amplia disertación con ejemplos sobre qué es el sensocentrismo. Voy a intentar darme a entender lo mejor posible.
El sensocentrismo es una ideología según la cual el único criterio para respetar a un sujeto radica en la sintiencia, interpretada como una variable gradual que unos animales poseen más y otros menos. El hecho de que haya seres con mayor o menor grado de sintiencia no significa que unos sujetos merezcan más respeto que otros.
A menudo se oye que el veganismo se fundamenta en el sensocentrismo o que el veganismo es sensocentrista. Estas afirmaciones son incorrectas. El veganismo no se basa dogmáticamente en el hecho de que un ser sienta. El problema no reside en que sea falso que la sintiencia es importante; sino en que el sensocentrismo asume la sintiencia como una variable en sí misma con la que poder medir y discriminar entre animales.
El sensocentrismo discrimina entre animales porque considera que cada uno tiene su propia función para el medio y para nosotros. Los sensocentristas establecen una jerarquía moral entre animales según sus apreciaciones subjetivas.
El sensocentrismo discrimina entre animales según su grado de sintiencia y otros criterios subjetivos
El propio hecho de que exista un «yo» es suficiente para que a un ente se lo reconozca como sujeto moral, con independencia de que sus sentidos o emociones estén más o menos desarrollados. Por ejemplo, si entendemos que el nivel de inteligencia de un ser humano no significa que deba tener más o menos derechos que el resto; que un animal posea o no una determinada capacidad no significa tampoco que merezca más o menos derechos reconocidos.
La definición y práctica del sensocentrismo está muy ligada al bienestarismo extremo. El bienestarismo es una ideología por la cual las acciones hacia los animales correctas o incorrectas según la relación subjetiva entre el placer y el sufrimiento que se le causa a un animal respecto al placer y al sufrimiento que obtiene uno mismo por medio de sus acciones.
Debido a ello, el sensocentrismo incluye postulados contrarios al principio de igualdad, entre ellos, la creencia de que exista una jerarquía moral entre animales más y menos valiosos según su grado de sintiencia. El sensocentrismo sitúa al ser humano como centro de la sintiencia y valora a los demás animales según su nivel de inteligencia o el desarrollo de sus sentidos. Esto, por supuesto, incurre en antropocentrismo y especismo.
Los sensocentristas consideran que la libertad conlleva sufrimiento. Por ello, son partidarios de los zoológicos, de encerrar y de manipular animales con la excusa de hacerlo por su bien.Los sensocentristas no son veganos
Asimismo, una gran parte de quienes se denominan sensocentristas —a sabiendas o por error— no son veganos ni defienden la base del veganismo. Esto conlleva que pueden estar en contra de respetar la vida, libertad e integridad de los animales en determinadas circunstancias.
A modo de ejemplo, un argumento común entre los sensocentristas es el de estar a favor de los zoológicos para que los animales «no sufran en la naturaleza», el intervencionismo absoluto en poblaciones de animales salvajes a costa de su libertad, la castración sistemática de animales depredadores o, incluso, la práctica de la zoofilia.
Un vegano defiende a todos los animales por igual contra su explotación y esclavitud, y que nunca promueve ni promoverá ninguna acción que atente contra la vida, libertad o integridad de algún animal.
Los sensocentristas suelen distinguirse fácilmente por su justificación injustificada hacia el consumo de bivalvos.Conclusión
Si conoces o te has encontrado con alguna página, organización o activista que justifique el consumo de bivalvos, que promueva la carne de laboratorio, que muestre una obsesión enfermiza por el estado de animales salvajes o que digan estar en contra de su libertad para que no sufran en la naturaleza, éstas son señales evidentes de que dicho colectivo o particular no son veganos; sino sensocentristas. Y el sensocentrismo no es más que un sucedáneo del bienestarismo clásico.
La única gran diferencia está en que los bienestaristas aceptan toda forma de explotación animal en beneficio humano; mientras que los sensocentristas sólo aceptan la explotación animal cuando creen minimizar al máximo el sufrimiento de los animales (usados como alter ego de sus personas). Los sensocentristas están obsesionados con acabar con el sufrimiento en el mundo y para ellos sólo hay una solución: destruir la vida sintiente. Si a ti también te importan las víctimas no humanas por encima de dogmas y posturas políticas... ¡hazte activista vegano!