Los gatos no transmiten el coronavirus
Histeria especista contra los gatos y otros animales domesticados
El 30 de julio de 2020 saltó la noticia, en varios medios de comunicación, de que un gato en Reino Unido había dado positivo por coronavirus. En este artículo quisiera aprovechar esta circunstancia para frenar el alarmismo especista contra los animales y condenar las medidas aberrantes que emplean gobiernos de todo el mundo.
Según informó el Departamento de Medio Ambiente y Sanidad Animal de Reino Unido, este gato habría contraído el virus a partir de sus propietarios (los animales son legalmente esclavos). Este organismo, entre otros, nos recuerda que no hay evidencias hasta la fecha de que perros, gatos y otros animales domesticados puedan transmitir el coronavirus.
Es importante recalcar esta mención porque nuestra sociedad es tanto especista como desconocedora de la realidad. Al ser especista, discrimina arbitrariamente entre especies animales según sus gustos y beneficios y, al ser desconocedora de la realidad, enseguida pasa a querer exterminar animales con la excusa de velar por la salud pública. Los gatos y otros animales no son culpables de esta situación ni jamás debieran pagar por ello.
Para nuestra sociedad especista, un gatito pasa de ser una monada a un «arma de destrucción masiva» si su paranoia lo lleva a pensar que puede transmitirle alguna enfermedad. El miedo visceral e irracional ha sido culpable de terribles crímenes en la historia pasada y presente.Los gatos no transmiten el coronavirus, ni tampoco lo hacen otros animales domesticados
El coronavirus es, en esencia, una consecuencia lógica de nuestra mentalidad en todos los sentidos. Nuestra mentalidad cosificadora fue el origen de la explotación animal. Y ésta, con la ganadería a la cabeza, desemboca en graves problemas para la salubridad; los cuales se magnifican ante la sobrepoblación humana y la presencia de contaminantes en el suelo, en acuíferos o en la atmósfera. Si no existiera la ganadería habría sido mucho menos probable el surgimiento de este virus.
Y no, con este recordatorio no estoy diciendo que la razón para condenar la ganadería y otras formas de explotación animal sea la salud humana, en absoluto. Los activistas veganos señalamos que tanto la ganadería, en sus distintas formas, como el surgimiento de enfermedades son una consecuencia de una misma mentalidad. Y esa misma mentalidad nos lleva a utilizar a los gatos y a otros animales cual chivos expiatorios de nuestras acciones injustas.
Los gatos no transmiten el coronavirus, lo que sí nos transmiten ellos y otros animales es mayor empatía y conciencia.Conclusión
El ser humano tiene muy poca capacidad de autocrítica y prefiere excusarse en que los animales pueden transmitir el virus para exterminarlos sistemáticamente. Siempre que se diagnostica a un animal con alguna enfermedad tipificada como «epidemia», el protocolo internacional es el de sacrificar —asesinar— a todos los animales afectados o potencialmente afectados por medio de su incineración o enterramiento —vivos—. Esto realizó hace unos pocos días antes en España con granjas de visones.
El veganismo es el único principio ético que defiende el derecho de los gatos y de todos los animales a que respetemos sus intereses inalienables: sus vidas, libertad e integridad. Nuestro partido busca combatir la raíz de todos los problemas que padecen los animales para así solucionarlos.
Nuestra mentalidad como individuos y como sociedad es el resultado de una educación especista promovida por la tradición, las costumbres y los intereses económicos. Mientras el especismo siga existiendo, los animales seguirán desprotegidos, vulnerables y supeditados a nuestra conveniencia e ignorancia.