Animales como instrumentos de terapia
Las terapias con animales tratan a los animales como instrumentos de terapia
La salud de los humanos es de crucial importancia; pero no debiera comprometer la vida de otros animales. Nuestras necesidades, por muy importantes que fueren, no otorgan legitimidad moral para someter a otros individuos. En este artículo quisiera aclarar por qué es injusto tratar a los animales como instrumentos de terapia.
Los activistas veganos promovemos medidas destinadas a favorecer la inclusión y la consideración de humanos con diversas necesidades psicomotrices, así como la inclusión de menús veganos en hospitales y otros centros del Estado, el desarrollo de alternativas a la experimentación animal y el apoyo a personas con discapacidad sin la mediación de animales explotados.
En la actualidad, muchas organizaciones humanitarias y empresas promueven o apuestan por criar, entrenar y comerciar con perros guía para humanos invidentes, y con caballos, delfines y otros animales para realizar terapias para pacientes con trastornos físicos o psicológicos.
Aunque puedan resultar de gran ayuda social, no es justo utilizar animales como instrumentos de terapia porque los animales sienten, padecen y poseen sus propios intereses inalienables que son tan importantes para ellos como para nosotros los nuestros.
Toda forma de explotación animal implica considerar y utilizar animales como simples herramientas u objetos al servicio de un fin. Los perros guía son separados de sus madres y entrenados a corta edad mediante procedimiento muy duros para anular su voluntad y libre albedrío. El mismo modo, los caballos destinados a equinoterapia nunca podrán trotar o galopar en libertad.
Detrás del uso de animales como instrumentos de terapia se esconden grandes intereses políticos y comerciales para encontrar nuevas formas de obtener beneficio mediante la captura y crianza de animales, así como la tendencia social por encontrar nuevas formas en que los animales nos sean útiles.Razones de por qué no son éticas las terapias con animales
Las situaciones desafortunadas de los humanos no deben convertirse en la desgracia de los animales. Los animales, aunque puedan sentir amor y buenos sentimientos por sus propietarios, no tienen interés o conciencia en sacrificar sus vidas y libertad al servicio de seres humanos.
Somos nosotros, en nuestro infinito antropocentrismo, quienes establecemos que los animales tienen el propósito de servirnos hasta el fin de sus vidas. Los activistas creemos y luchamos por una sociedad de futuro que consiga vencer dolencias y enfermedades sin suponer la crianza, manipulación, separación de crías y posterior descarte de animales que quieren ser tan libres como nosotros.
Cuando se proponen medidas para reemplazar la explotación animal, la sociedad general suele adoptar una postura antropocéntrica y bienestarista, arguyendo las bondades de estas terapias y que los animales están bien cuidados. Ni el beneficio humano ni el buen trato justifican que los animales sean nuestros esclavos.
La sociedad occidental parece haber olvidado que hace dos siglos se aducían los mismos argumentos falaces para justificar la esclavitud negra y el hecho de que muchas mujeres de color fuesen las niñeras y cuidadoras de los hijos de sus esclavistas, mientras vendían los suyos a un tratante de esclavos. Cuando uno revisa la historia en profundidad, las analogías encontradas con las terapias con animales, y con otras formas de explotación animal, son apabullantes.
Una civilización que no conoce su historia está condenada a caer en los mismos errores. Los activistas por los Derechos Animales promovemos el verdadero significado del veganismo, el activismo educativo y la concienciación global sobre esta problemática de la esclavitud animal. El uso de los animales como instrumentos de terapia podría terminar pronto si existiera un interés genuino en dejar de utilizar a los animales como objetos a nuestro servicio.