alimentación

¿Podemos estar sanos sin comer carne?

¡Derechos Animales ya! - Filetes de carne sobre un plato - Podemos estar sanos sin comer carne
Una de las preguntas frecuentes que recibimos los veganos es si podemos estar sanos sin comer carne. En esta entrada versa acerca de este asunto y de sus sucedáneos.

Introducción

Uno de los argumentos falaces más reiterados contra el veganismo —y también contra el vegetarianismoconsiste en la negación de las evidencias empíricas, de los estudios científicos y de la lógica elemental que nos demuestran el valor nutricional y salubre de los productos veganos.

En esta entrada hablaré y enlazaré a los estudios existentes que acreditan la salubridad, adecuación y conveniencia de una dieta vegana, así como las mentiras que se vierten contra esta verdad y el origen sociocultural que ha convertido a la carne —y, por extensión, a toda forma de explotación animal— en un fenómeno de statu quo basado en la dominación humana sobre los demás animales.

Este ensayo está relacionado con otros artículos que versan sobre la relación antropológica con los cadáveres de animales empleados para consumo y los malentendidos habituales ante su rechazo por razones morales. En otros artículos figura la base argumental expuesta en éste. Si no se revisan, la presente entrada parecerá una absoluta petición de principio. Iré añadiendo más enlaces aquí conforme los publique a su debido tiempo:

¡Derechos Animales ya! - Carne molida - Comer carne causa víctimas
La carne, en cualesquiera de sus formas, está compuesta de grasa, tendones, músculos, cartílagos y otros tejidos de animales brutalmente asesinados.

 ¿El veganismo es sano? ¿Podemos estar sanos sin comer carne?

En primer lugar, cabe aclarar que el veganismo es un principio ético; no una dieta. Cuando decimos que el veganismo o los productos veganos son sanos, nos referimos a que la aplicación del veganismo, y de los productos hechos por o para veganos, satisfacen los requerimientos nutricionales de un humano promedio. Esto significa, entre otras cosas, que podemos estar sanos sin comer carne.

Hay millones de seres humanos y miles de patologías metabólicas. Así pues, aunque existen variables y paradigmas de todo tipo, siempre debemos recordar la premisa de que los casos excepcionales nunca refutan los casos generales.

Puede que no todo el mundo pueda ver vegano. Sin embargo, este hecho constituye una rareza médica. Incluso aquellos humanos con limitaciones graves hacia el consumo de cereales, como los celíacos, pueden ser veganos si vigilan correctamente su ingesta.

La aplicación del veganismo es sana, de hecho, lo es tanto para humanos como para otros animales (p. ej. perros y gatos). Este hecho científico genera, con frecuencia, incluso más debates sin sentido que la aplicación misma del veganismo para humanos.

¡Derechos Animales ya! - Vaca encerrada en un establo (blanco y negro)
Detrás de cada filete de carne hay una víctima, un animal que quería seguir viviendo y no estar encerrado entre barrotes.

¿El veganismo es una imposición?

Ser veganos y que lo sean nuestros hijos o animales convivientes no supone una «imposición», en tanto que obramos para suplir nuestras necesidades alimenticias sin dañar o matar a otros voluntariamente.

Nosotros, como agentes morales, tenemos el deber ético de que nuestras acciones no perjudiquen a terceros. Una alimentación vegetal no perjudica, por sí misma, a nadie; en cambio, el consumo de productos de origen animal conlleva, inherentemente, la explotación de animales.

Lo «impositivo», a pesar de su gran aceptación social, radica en definir que ciertos animales (p. ej. vacas, cabras, gallinas, etc.) deben ser criados y utilizados como mascotas; otros para fines deportivos o turísticos; y otros tantos engordados y asesinados sistemáticamente por el único e innecesario fin de proporcionar unos nutrientes que existen en miles de productos vegetales.

Nosotros, como todos los seres vivos, necesitamos nutrientes; no alimentos. Los organismos heterótrofos comemos alimentos para extraer sus nutrientes. A nuestro cuerpo no le importa el origen —puedes pegarte un mordisco a ti mismo si te place—, sólo resulta importante que aquello que comas contenga lo que tu cuerpo requiere, en cantidades justas, para poder sintetizar sus propias moléculas estructurales y funcionales.

El canibalismo sigue siendo hoy un tabú alimentario derivado de nuestro pasado tribal. Agentes infecciosos, como los priones, no supondrían una limitación dietética del ser humano como tampoco para otros animales. En un sentido ético, no hay diferencia entre el canibalismo y el consumo de animales si entendemos que el criterio de la especie es tan irrelevante como el criterio de la raza o el sexo.

¡Derechos Animales ya! - Pizza con opciones veganas - Dieta vegana
Hoy existen infinitas opciones veganas. El avance del veganismo no depende de que haya más o menos productos o restaurantes veganos; sino de que haya gente que entienda y transmita los fundamentos éticos de este principio.

¿Nadie puede ser «100% vegano»?

He aquí un quid de la cuestión que también se confunde a menudo y lleva a muchos a soltar la pamplina de que «nadie puede ser 100% vegano».

El veganismo se basa en las mismas razones éticas por las cuales no querríamos que otros nos usaran como objetos al servicio de terceros. El veganismo no admite porcentajes. Si uno decide dejar de participar en la explotación animal al considerarlos sujetos de derecho, entonces es vegano. Los daños ejercidos contra otros animales, adrede o involuntarios, en una situación ajena a la explotación, competen a los Derechos animales.

El negocio ganadero desemboca en una publicidad apabullantemente manipuladora con que sostienen intereses comerciales mediante una narrativa irreal, la cual se complementa con tremendas invenciones y datos sacados de contexto.

Entre las preconcepciones, avaladas en sociedad por influjo de la publicidad ganadera, tenemos el hecho de que se introducen suplementos alimenticios a animales esclavizados como ganado y, llamativamente, luego se aduce que la carne «contiene tal o cual nutriente esencial». Del mismo modo, se promueve el consumo de lácteos por el calcio o el yodo, aun cuando tales nutrientes se les añade en el pienso, y después se apela a la falacia naturalista tal si hubiera algo de natural en este proceso.

¡Derechos Animales ya! - Manada de vacas pastando en el prado
Debemos recordar que los productos de origen animal siempre tuvieron un «rostro» antes. Poco importa si las condiciones de algunos animales —o en algunas granjas— son relativamente buenas, ninguno de estos animales quiso ser —según el caso— inseminada, descornado, marcado, castrado, separada de sus crías y enviado al matadero. Hay que desterrar la mentalidad bienestarista.

Conclusión

Sí, podemos estar sanos sin comer carne. La aplicación del veganismo es sana para todas las etapas de la vida mientras el individuo no sufra alguna extraña patología metabólica.

El consumo de productos de origen animal no es una necesidad biológica; sino fruto de una transmisión cultural. Según sabemos por estudios sociológicos, primero acontece la asunción de un poder con que justificar una separación o discriminación moral y, posteriormente, la cultura humana trata de blindar este dogma de la superioridad para continuar oprimiendo a quienes son más débiles sin sentir culpabilidad a la par que evitar cuestionamientos morales sobre estos actos.

Lo mismo que ha sucedido en la historia respecto a la esclavitud humana cabe decirlo asimismo en lo tocante a la esclavitud animal. La creación de una necesidad artificial hacia los productos de origen animal —como antaño se alegaba sobre la necesidad de la obra de mano esclava— desemboca, a su vez, en el establecimiento y perpetuación de falacias con que excusar la crianza y el exterminio sistemático de animales según otros requerimientos falsos y antropocéntricos.

Las reticencias habidas hacia el veganismo están motivadas por la enorme ignorancia social, los prejuicios inculcados desde la niñez, y por la falta de actualización y honradez epistemológica por parte de biólogos, médicos, dietistas y otros profesionales. Queda en nuestra mano ser humildes, reflexivos, honrados y recuperar los valores que marcaron la ilustración y los avances éticos.

Este artículo fue actualizado el 28/01/2024

Adrián López Galera

Adrián López Galera

Grado en Biología. Máster en Estudios Lingüísticos, Literarios y Culturales. Amplia experiencia en Derechos Animales, Escritura Creativa y Administración de sistemas informáticos.