Día Internacional de las Tortugas Marinas
El Día Internacional de las Tortugas Marinas nos recuerda que las tortugas marinas merecen respeto y protección
El 16 de junio se celebra el Día Internacional de las Tortugas Marinas. En este artículo me gustaría reivindicar el derecho de las tortugas marinas y de otros animales a vivir sus vidas en paz y sin padecer el dominio del ser humano.
Las tortugas marinas figuran en la Lista Roja de Especies Amenazadas como uno de los animales más amenazados del planeta. Se las caza por sus caparazones, se consumen sus huevos por la creencia irracional de que otorgan virilidad, y alteramos tanto las playas en que ovopositan como los océanos en donde moran la mayor parte de sus vidas.
Desde el ecologismo especista sólo se menciona la importancia de su «conservación» —tal si fuesen un objeto raro o un coleccionable—, porque consideran que la pérdida de biodiversidad supone un perjuicio social y económico para el ser humano. Mientras la sociedad sea especista y vea a los animales como medios o recursos para nuestros fines, las leyes no podrán protegerlos. Y mientras las leyes no mejoren, todos ellos serán vulnerables ante nuestras acciones.
Debemos entender que las tortugas marinas y otros animales merecen respeto al margen de su cuantía poblacional porque sienten, padecen y tienen sus propios intereses inalienables como nosotros tenemos los nuestros. Promover la práctica del veganismo por el medio ambiente es un error. No sirve de nada reivindicar que debemos «conservarlas» o «protegerlas» porque sean una especie en extinción. Todas las especies en extinción por están a causa de nuestra mentalidad cosificadora y utilitarista.
Los activistas veganos aprovechamos el Día Internacional de las Tortugas Marinas para recordar que la extinción de especies es una consecuencia lógica de que estemos exterminando sistemáticamente a los animales de todo el mundo por nuestro antropocentrismo.
Condenamos a los animales domesticados a la esclavitud y a los salvajes al exterminio. No hay una manera correcta ni humanitaria de criar, hacinar, marcar, explotar y asesinar a millones de animales por no ser humanos. En nosotros —entre todos los veganos— queda cambiar esta horrenda realidad.