En el Día Internacional del Medio Ambiente no basta el ecologismo
En el Día Internacional del Medio Ambiente también debemos acordarnos de los animales
El 5 de junio es el Día Internacional del Medio Ambiente. En este artículo me gustaría lanzar una reflexión especial a favor del medio ambiente y de los animales como sujetos de derecho. Si queremos avanzar como sociedad, debemos mirar más allá de nuestros intereses antropocéntricos.
El medio ambiente requiere de una protección legal derivada; pues tanto los humanos como los demás animales lo necesitamos para vivir. Otros colectivos incluyen a los animales en la defensa del medio ambiente porque los consideran, éticamente, como meros elementos del paisaje y promueven la explotación y exterminio de animales. Este enfoque no consigue proteger a los animales ni a otros organismos que conforman el ecosistema.
Los veganos no sólo tratamos de ser justos con los animales; sino que llegamos a ser más ecologistas, inclusive, porque no admitimos ninguna forma de explotación animal que otros grupos sí admiten, aun cuando causa daños medioambientales.
El ecologismo especista, debido a su naturaleza utilitarista, se acuerda del cambio climático, de la eutrofización de acuíferos y de los plásticos mientras no cuestiona que gran parte de estos problemas están causados directamente por la ganadería y su propia mentalidad discriminatoria para con los animales. De poco sirve incentivar el reciclaje mientras se generan residuos innecesarios por los millones de animales esclavizados. El ecologismo carece de sentido legal y ético si no parte desde la aplicación del veganismo.
Relacionado con esto, aprovechamos para denunciar también que la supuesta Dirección General de los Derechos Animales no defiende a los animales ni protege el medio ambiente; sólo se declara contra el maltrato animal y promueve el Bienestar Animal para tratar de contentar a distintos colectivos que tienen sus propios intereses respecto a los animales.
Al mismo tiempo que celebran el Día Internacional del Medio Ambiente, otros organismos del Gobierno se dedican a subvencionar la ganadería, a implantar un sello de Bienestar Animal, a apoyar a la tauromaquia mediante ayudas al sector cultural y toda forma de explotación y asesinato sistemático de animales por mero placer, ignorancia y absoluto ninguneo de sus vidas e intereses inalienables. Y estas actividades, por supuesto, dañan el medio ambiente con nuestros impuestos.
El veganismo ha surgido para denunciar lo que unos hacen y lo que otros callan. No hay otro partido que defienda los Derechos Animales. Y lo hacemos con argumentación de Derecho y Ética; no con arengas vacías, poses políticas ni notas de prensa.