El asesinato de los terneros Fénix y Orión
El asesinato de los terneros Fénix y Orión es un ejemplo de que se asesina animales por no ser humanos
En esta publicación, quisiera mostrar mi rechazo e indignación ante el asesinato de los terneros Fénix y Orión y frente a todas aquellas injusticias tan aberrantes e implacables que sufren los animales a raíz del especismo.
En los últimos días se hizo viral una triste noticia: iban a asesinar a dos terneros por una razón burocrática. Fénix y Orión eran dos terneros de uno y tres años de edad que disfrutaban de la compañía humana y de la suya mutua. Vivían en una finca de La Puebla de Alfidén, Zaragoza. Estos dos terneros no cumplían la normativa de identificación y registro de animales. En cuanto el Gobierno de Aragón se percató de esta circunstancia, dio un plazo de 15 días para que fuesen sacrificados, puesto que los consideraba «no aptos para el consumo humano».
En España, la tenencia y acogida de animales catalogados como «ganado» es ilegal si no se cuenta con ciertos permisos. Si el Gobierno competente lo estima oportuno, puede quitarte a aquellos animales que has querido y cuidado como si fueran un perro o un gato y los asesina en el marco de unas leyes atrozmente especistas y antropocéntricas.
Ante el suceso, la noticia corrió como la pólvora por todas las redes sociales. Se lograron recoger casi 70.000 firmas para pedir o exigir salvar la vida de ambos. En el Santuario Gaia estaban dispuestos a adoptarlos para darles un hogar y evitar su muerte programada. Sin embargo, en lugar de responder con comprensión y mesura por la presión social, el Gobierno de Aragón decidió mandarlos a ejecutar ipso facto.
El señor Enrique Novales Allué, Dirección General de Calidad y Seguridad Alimentaria del Gobierno de Aragón, se negó a negociar una solución pacífica para estos dos terneros con el Santuario Gaia. Su respuesta déspota y tiránica es sólo una evidencia del especismo recalcitrante, de un prejuicio capaz de anular la empatía de un señor y hacerlo justificar acciones propias del nazismo. Él trivializó el asesinato de dos terneros como otros hace décadas muchos otros habrían trivializado el asesinado de negros o judíos.Enrique Novales Allué ordenó el asesinato de los terneros Fénix y Orión
El señor Enrique Novales Allué, responsable de la Dirección General de Calidad y Seguridad Alimentaria del Gobierno de Aragón se negó a negociar con los responsables del Santuario Gaia y ordenó el asesinato de los terneros Fénix y Orión el día 16 de septiembre del 2020 (incumplió así el plazo establecido en el 24 de septiembre). Lejos de mostrar un falso arrepentimiento por las críticas recibidas, decidió excusarse alegando: «Si por matar a dos animales se monta esto, algo le pasa a la sociedad».
Sí, señor Novales, algo le pasa a esta sociedad. Nuestro mundo evoluciona y hay un creciente número de personas humanas que estamos intentando mejorar día tras día y luchando para que todo animal, sea de la especie que fuere, tenga derecho a la vida, a la libertad y a la integridad.
El asesinato de estos dos terneros nos recuerda, una vez más, que las vidas de los no humanos sólo se importan si hay un beneficio. Si no existe tal beneficio para nuestra especie, el ser humano los manipula, asesina y desecha como cualquier objeto. Y, aun así, blanquea la miseria de los animales y se engríe de cuánto gana gracias a ellos. Nuestra mentalidad antropocéntrica únicamente concibe a los animales como domesticados o exterminados. Ellos no tienen ninguna otra posibilidad que subyugarse ante nuestro dominio o perecer en el intento de vivir en paz.
El veganismo es un principio ético de mínimos. Los activistas veganos defendemos que todo ser humano, con independencia de sus ideales políticos, debería asumir que está mal causar daño a los animales sin necesidad y que podemos vivir sin explotarlos de ninguna forma. Y no solamente podemos, sino que es nuestro deber hacerlo como así querríamos que otra especie con nuestra inteligencia y conciencia —o mayor— respetase nuestras vidas.
En la actualidad, miles de millones de animales son esclavos y se los asesina con el beneplácito de una sociedad antropocéntrica y de un colectivo animalista que presenta la misma mentalidad especista que el señor Enrique Novales Allué y participa en la misma injusticia que condena.
Mientras los terneros y otros animales acaben como juguetes rotos en nuestro mundo terriblemente especista, los veganos seguiremos alzando nuestras voces para defender sus vidas.