La censura ganadera fracasa en el Parlamento Europeo
El Parlamento Europeo rechaza la censura ganadera
En este breve artículo, me gustaría hacer eco una resolución del Parlamento Europeo que nos concierne a todos los veganos y, por supuesto, a las víctimas esclavizadas por nuestro sistema socio-económico.
Hace unos meses se presentó en el Parlamento Europeo una propuesta, defendida por la industria ganadera, para prohibir el uso de términos comunes en productos de origen animal utilizados en productos 100% vegetales. Dicha propuesta tenía —y tiene— un fin de engaño y de manipulación psicológica, tal como explicamos en el artículo enlazado.
Recientemente se ha producido la decisión final: continúa siendo legal que las marcas utilicen términos comunes (p. ej. hamburguesa, salchicha, etc.) para denominar o describir productos con un contenido 100% vegetal. Este intento de censura ganadera ha fracasado.
Aunque el resultado de la votación ha sido el de no prohibir dichos términos en productos sin explotación animal, sí se ha aprobado la prorrogación de la prohibición de denominar «leche» a la leche de almendras, soja y tofu.
Por desgracia, este triunfo temporal no ha logrado impedir que siga vigente una arbitrariedad implantada desde el 2017 por la industria láctea, la cual detenta el uso exclusivo de términos comunes como «leche» —en distintos idiomas— a pesar de que el DRAE recoge una aceptación de este vocablo en referencia al juego obtenido a través de plantas. De hecho, se hablan comúnmente sobre la leche de coco.
Hasta el momento, el Parlamento Europeo ha mantenido una relativa objetividad ante estos intentos de censura promovidos por la industria ganadera. Por ejemplo, las empresas lácteas, no satisfechas con su ruin control de las leyes y de las vidas de aquellas víctimas a las que insemina, arrebata sus crías y manda a asesinar en un matadero, trataron de vetar un anuncio alemán de una marca de chocolatinas sin leche porque, en su anuncio, aparecían vacas vestidas de presas y desfilando como si marcharan hacia un campo de concentración, en alusión a que dicha chocolatina no implicaba, como en otros casos, la esclavitud y exterminio de vacas.
Aun con todo, este fracaso de la censura ganadera es una muy buena noticia para el veganismo y su avance en la sociedad. Los consumidores seguirán viendo la abundante existencia de hamburguesas y salchichas veganas en los supermercados y podrá entender que no hace falta participar en la explotación animal para estar perfectamente sanos.