El Día Internacional del Reciclaje
El Día Internacional del Reciclaje nos recuerda que reciclar es un deber moral por los animales
El Día Internacional del Reciclaje reivindica la importancia de reciclar aquellos recursos que empleados para vivir, desde envases de alimentos, hasta ropa y vestimenta, productos de higiene, residuos domésticos y un largo etcétera de materiales y sustancias que desechamos.
Como sucede con otros Días Internacionales, el Día Internacional del Reciclaje está concebido desde el prisma antropocéntrico. Este día establecido promueve la acción de reciclar porque no hacerlo nos perjudica a nosotros mismos. La sociedad, desde sus miembros menos formados hasta los comités científicos, acostumbra a hablar del reciclaje desde un punto de vista antropocéntrico como si fuésemos los únicos habitantes del planeta.
Cuando se aduce que los residuos, tales como las bolsas de plástico, terminan en suelos, mares y océanos, y que ello mata a organismos marinos, este argumento no se esgrime por una preocupación genuina hacia tales seres; sino porque la muerte y desaparición de especies implica un menoscabo para la economía humana y los intereses humanos en pescar y cazar animales. Lo mismo sucede con los descartes pesqueros y análogos: se condenan desde sectores ecologistas y animalistas porque tales animales no terminan en la boca de humanos, no porque sus vidas les importen.
Los activistas veganos rechazamos el antropocentrismo por ser un sesgo y prejuicio que nos impide progresar como sociedad, y que supone la explotación y asesinato sistemático de millones de animales. La ausencia de reciclaje y el abandono de basura en tierra, mares, acuíferos y otros lugares causa innumerables muertes de animales por negligencia humana.
Desde el Partido Vegano deseamos reivindicar la importancia de gestionar adecuadamente los recursos y los residuos que usamos a diario para garantizar, preservar y velar por la vida, libertad e integridad de los animales con quienes compartimos nuestro planeta.
Para conseguirlo, entre otras acciones, se precisa un uso racional y no especista de nuestros impuestos. Respetar a los animales también implica preocuparnos por que nuestras acciones no destruyan su hogar ni pongan sus vidas en peligro de ninguna forma.