El cuero y la artesanía de la explotación animal
La industria del cuero mantiene una estrecha relación con la artesanía de la explotación animal
En esta entada, desearía hablar sobre el cuero y su relación actual con economías minoristas basadas en la artesanía. Los activistas veganos luchamos para que pronto llegue el día en que la humanidad deje de percibir a los animales como simples recursos y esclavos a su servicio, al igual que en la actualidad ya no concebimos la esclavitud humana. Por desgracia, lejos de este ideal, hoy millones de animales son víctimas de la industria del cuero y grandes colectivos viven todavía gracias a algunas de estas prácticas antiguas.
La artesanía de la explotación animal es una importante forma de negocio y recibe una enorme valoración social. Estas labores encomiables y creativas provocan mucha curiosidad y admiración. ¡Y no es para menos! Un trabajo elaborado personalmente, y con toda la dedicación del mundo, enriquece a la sociedad de múltiples formas.
Sin embargo, la industria del cuero —y cualquier negocio que esté manchado por la esclavitud y asesinato de otros individuos en cualesquiera de sus formas— merece un cuestionamiento ético. Si de verdad aspiramos a una sociedad de progreso, debemos comprender que utilizar y esclavizar animales para deleite humano no es algo respetable ni admirable.
Hasta la fecha, el cuero está presente en prendas, accesorios y múltiples elementos que componen objetos de ámbito profesional o específico. Por ejemplo, el cuero está muy presente en zapatos, carteras, maletines, relojes, sillas de montar y demás arreos del mundillo ecuestre. Todos estos productos ya se fabrican utilizando alternativas sintéticas o de origen no animal (cuero vegetal).
La calidad de un producto no está reñida con su procedencia y los avances técnicos e industriales han demostrado podemos obtener toda clase de enseres resistentes, flexibles y duraderos sin el requisito de provocar o aprovecharnos del asesinato de vacas, visones, cocodrilos y otros animales.
Los activistas veganos pretendemos visibilizar que el uso y la confección artesanal del cuero resultan injustos porque vulneran los intereses inalienables de las víctimas. Para conseguir el fin de la esclavitud animal, debemos insistir en lo inmoral de utilizar animales por el simple motivo de que no son humanos.
El cuero, y la artesanía existente detrás de él, es un ejemplo sencillo de la universalidad de la explotación animal y del deber de buscar, potenciar y desarrollar alternativas que no impliquen víctimas y, a su vez, favorezcan la economía.