El festival de Yulin y la doble moral animalista
El festival de Yulin genera una doble moral animalista
Cada año acontece en China el festival de Yulin. En este artículo me gustaría comentar por qué la mayor parte de los enfoques animalistas sobre esta cuestión incurren en graves defectos éticos.
Los perros y otros animales sienten, padecen y merecen respeto por sí mismos. Lo que ocurre en China todos los años con esta fiesta es horrible. Sin embargo, no menos horrible resulta que el asesinato sistemático que se produce cada día en los mataderos de todo el mundo.
Señalar y vilipendiar una fiesta extranjera por ser extranjera y condenar el asesinato de perros por ser perros incurre tanto en xenofobia como en especismo. Los animales carecen de derechos legales reconocidos porque la sociedad humana es especista y ser considera superior a todos ellos. De la misma manera, nuestra sociedad discrimina entre animales y dicha discriminación, fruto de nuestro antropocentrismo, impide que todos ellos puedan recibir una protección legal.
Si entendemos que todos los animales merecen respeto, carece de sentido que maldigamos a los chinos por aquello que nuestros familiares, amigos o incluso nosotros mismos hemos hecho o hacemos con otros miles de animales y en miles de formas.
Se incurre en una grave doble moral animalista cuando se juzgan las acciones cometidas sobre perros o gatos por encima de la importancia que se les darían a estas mismas acciones se cometieran para darles muerte a animales destinado a consumo. El festival de Yulin ni siquiera sería noticia si se cometiera contra animales por los que la sociedad occidental siente menos apego o cercanía.
Esta realidad no recuerda una vez más que el término «maltrato animal» es inconsistente, tanto porque el trato es la consecuencia de nuestra mentalidad supremacista —no el origen— y porque, en la práctica, significa rechazar únicamente aquellos daños que nos benefician o que no nos afectan anímicamente.
Las grandes organizaciones animalistas y otras instituciones se valen del festival de Yulin para hacer caja mediante la xenofobia, el bienestarismo y la hipocresía especista. Si de verdad te importan los animales, sé coherente. No basta con acordarse de los perros durante el festival de Yulin, debemos acordarnos de todos los animales durante todo el año. Los activistas veganos promovemos el activismo educativo para transformar la sociedad.