Día Internacional de los Océanos
En el Día Internacional de los Océanos debemos acordarnos de la pesca y de los animales marinos
El 8 de junio es el Día Internacional de los Océanos. En este artículo quisiera reivindicar que todos los mares y océanos están experimentando una alteración atroz de sus ecosistemas y comunidades marinas por nuestra desconciencia e intereses egoístas.
Ante los graves problemas medioambientales que causa el ser humano en los océanos, muchos grupos ecologistas promueven el reciclaje, protestan ferozmente contra los vertidos de hidrocarburos o los descartes pesqueros, exigen el cese de los plásticos, la protección de los arrecifes de coral o piden una «pesca moderada».
En pleno siglo XXI todavía no se ha entendido que cuanto nuestra civilización hace sobre cualquier ecosistema es un reflejo de lo que les hacemos a todos los animales con quienes compartimos el planeta.
Mucho se habla de la contaminación de los mares y no de la pesca; pues la sociedad asume que está bien hacer algo malo si le beneficia. No existe ninguna diferencia ética entre pegarle un tiro a un ciervo y atravesarle la boca a un pez con un anzuelo. Todos los animales marinos merecen el mismo respeto que los terrestres y no hay una manera ética de destruir sus hábitats ni de asesinarlos.
Mientras la sociedad humana perciba a los animales como recursos para nuestros fines y no comprenda la inmoralidad inherente de la explotación animal —la pesca es un ejemplo—, seguiremos los siglos venideros echándonos las manos a la cabeza por la pérdida de biodiversidad y otras consecuencias de nuestros actos. Adoptar el veganismo es una cuestión de justicia universal para todos los no-humanos.
Los activistas veganos no reivindicamos la importancia de velar por los océanos porque a los humanos nos convenga; sino porque es nuestro deber para respetar a todos los animales que viven en estos medios tan extraordinarios.