Elba, mujer del Mesolítico estudiada en España, no comía animales
[Fuente de la fotografía: El País]
Elba, el nuevo descubrimiento del Museo Xeolóxico de Quiroga, desmonta la creencia de que todos nuestros antepasados comían animales
En esta publicación queremos plantear un tema de reflexión. Hace unos días, el Museo Xeolóxico de Quiroga sacó a la luz algunos datos y resultados genéticos de Elba, la primera mujer del Mesolítico estudiada en España, con datos tan relevantes e importantes.
Según los resultaods obtenidos, Elba no debía de medir más de metro y medio de altura y era de piel negra. Sin embargo, quizás el dato más importante es que no comía animales e iba acompañada de tres uros que en la investigación dan por sentado que eran ganado (esclavos con fines alimenticios).
Como activista vegano quiero lanzar algunos cuestionamientos sobre este descubrimiento tan especial: ¿Por qué se da por hecho que eran ganado? Si Elba no comía carne, ¿para qué querría ganado?, ¿no puede ser que tuviera algún vínculo afectivo hacia tales animales, que los considerara como familia o, simplemente, tres uros que la acompañaban en su viaje por las montañas donde fue hallada?
Como siempre, la mente del especista y el statu quo establecido por la sociedad se reverberan sobre la ciencia, incluso cuando se trata de una investigación de la que hasta ahora no hay datos que determinen que tales animales, en este contexto, fueran explotados como ganado. La prueba de que Elba no comiera animales puede ser indicativo de que, en la época, existieran sociedades que no practicaban o rechazan la explotación animal.
Si entendemos la importancia de combatir los prejuicios y de que la ciencia sólo puede ser objetiva si destierra su desprecio hacia los animales, entonces comprenderemos la importancia de luchar por la reivindicación de que los animales importan y de que merecen derechos legales reconocidos.
Si se daba el caso de que Elba no comía animales por respeto hacia ellos y entendemos los medios actuales a nuestro alcance, la sociedad presente debería comprender que no necesitamos ni es justo participar en la crianza, manipulación y asesinato de animales cuando podemos seguir una dieta 100% vegetal. Asumir algo menos que el veganismo supone una traición para los millones de animales que, en la actualidad, se asesina cada día en los mataderos de todo el mundo y en circunstancia de todo tipo.