Una perra cuida a unos gatitos abandonados
[Fuente de la fotografía: La Vanguardia]
Una perra cuida a unos gatitos abandonados porque el amor maternal no entiende de especie
En este artículo quisiera dar a conocer una noticia conmovedora: una perra rescatada adoptó a unos gatitos abandonados. Este suceso sirve para demostrar que una familia, cuando se forma por amor, da igual la especie a la que se pertenezca. A menudo, a los activistas veganos nos gusta recordar que los animales no discriminan moralmente a otros, es decir, no discriminan por un prejuicio de distinción insalvable; cosa que sí lo hacemos los humanos contra ellos.
En nuestra sociedad y en el seno familiar, muchas ocasiones nos sueltan alegatos del tipo: «Si no es humano no se puede considerar un miembro de la familia». Afirmaciones como éstas son sólo una muestra más de nuestra cerrazón mental, del especismo y la superioridad moral del ser humano hacia el resto de los animales.
Los animales, a pesar de su aparente menor inteligencia, muestran una empatía y un altruismo muy superior al nuestro. Se da la paradoja de que nosotros los discriminamos e infravaloramos, mientras sus personas no tienen impedimentos para afrontar sacrificios y responsabilidades en beneficio de terceros. Ellos nos enseñan que virtudes como el altruismo o la empatía son facultades naturales que nosotros perdemos o desvirtuamos en sociedad. Nuestra mayor cognición no nos vuelve mejores ni más perfectos.
No es la primera ni será la última vez que se hable de que una perra cuida a gatitos abandonados, ni de otras madres no humanas que adoptan a bebés de otras especies. Los animales demuestran un gran instinto maternal y mucho amor.
Todas aquellas habilidades o facultades que, en nuestro día a día, nos arrogamos como «exclusivas del ser humano» se presentan en un gran número de especies. Nuestro antropocentrismo nos impide ser objetivos y justos hacia los animales. Tenemos el deber de rechazar toda forma de explotación animal y de luchar por sus derechos legales en reconocimiento de sus intereses inalienables.