fisiología

Biología de los reptiles (IX): Locomoción en el medio arbóreo

Ahaetulla prasina se desliza entre las ramas de los árboles - Locomoción en el medio arbóreo

En la imagen, un ejemplar de Ahaetulla prasina se desliza entre las ramas de los árboles.

La locomoción en el medio arbóreo combina varias adaptaciones. Las culebras arborícolas, por ejemplo, tienen el cuerpo muy largo y esbelto, y a veces comprimido lateralmente, lo que les permite trepar o avanzar por entre las ramas con gran rapidez y destreza mediante movimientos ondulatorios del cuerpo. Aunque obviamente en menor medida que las tropicales serpientes liana y serpientes látigo, estas adaptaciones pueden observarse en especies trepadoras de nuestra fauna como las culebras verdiamarilla, de herradura y de Esculapio.

Otros ofidios, como las boas, las pitones y las víboras arborícolas, que son más pesados y lentos, tienen en cambio una cola prensil que les permite agarrarse con firmeza a las ramas de los árboles. Esta adaptación no es exclusiva de las serpientes, ya que algunos escíncidos, ánguidos, agámidos e iguánidos, así como un varano (Varanus prasinus) y la mayoría de los camaleones, también tienen la cola prensil. Estos últimos, que además tienen el cuerpo muy comprimido lateralmente, utilizan también una técnica muy especial para desplazarse por entre la vegetación. Gracias a la transformación de sus patas en verdaderas pinzas, con dos grupos de dedos oponibles en cada pata —dos dedos unidos por un estuche cutáneo se oponen a los otros tres dedos unidos por otro estuche—, los camaleones se desplazan con lentitud pero también con una extrema seguridad por las ramas de árboles y arbustos.

A las salamanquesas, sus laminillas adhesivas les sirven para adaptarse al sustrato. Aquí aparece el escaneo de la pata de una Tarentola mauritanica.

La locomoción en el medio arbóreo de algunas serpientes arborícolas, como las culebras Chrysopelea, se produce gracias a que tienen en los lados del vientre y de la cola una fuerte quilla que les sirve de andaje y que les permite trepar por un tronco vertical con una facilidad asombrosa. La presencia de dispositivos de anclaje o antideslizantes también se observa en algunos lagartos como el de cola de sierra (Holaspis guentheri) de África tropical o en los dragones voladores asiáticos (Draco sp.).

Los geckos, como es bien sabido, pueden moverse con gran rapidez por las paredes más lisas y verticales, e incluso por techos planos, con ayuda de las laminillas de la parte inferior de sus dedos. Contrariamente a una creencia común, estas laminillas no son ventosas; sino que su adherencia al soporte se debe a la presencia de miles de pelos microscópicos que se adhieren a las superficies tanto lisas como rugosas porque se adaptan totalmente al sustrato. Gracias a estas estructuras, muchos geckos son capaces de correr incluso por la cara inferior de un cristal. Otros lagartos, como los Anolis y algunos escíncidos, también presentan laminillas de este tipo, aunque menos perfeccionadas que las de los gecónidos.

De un modo similar a las ranas voladoras Rhacophorus, algunos reptiles han logrado dominar el vuelo «en paracaídas» (caída más o menos vertical) y el vuelo planeado (horizontal o inclinado). Entre los primeros cabe citar los gecónidos de los géneros Ptychozoon y Uroplatus, los cuales saltan de una rama a otra inferior en una caída amortiguada. Entre los segundos destacan los dragones voladores, que son capaces de salvar de 10 a 15 metros de distancia en vuelo planeado, o las culebras arborícolas Dendroelaphis y Chrysopelea que, al saltar de un árbol elevado, separan las costillas y contraen su pared abdominal para frenar su velocidad de caída y planear a gran distancia.

 

 

 

Fotografías de un varano de Etiopía a quien se ve trepando ágilmente un árbol.

Izquierda: vista dorsal. Derecha: vista lateral. 

 

Adaptación de la obra ANFIBIOS Y REPTILES DE LA PENÍNSULA IBÉRICA, BALEARES Y CANARIAS. Colección Nuevas guías de campo. Ediciones Omega, Barcelona. 2011. Autores: Masó A. & M. Pijoan.

Biología de los reptiles

  1. Biología de los reptiles (I): Características generales
  2. Biología de los reptiles (II): Origen y evolución
  3. Biología de los reptiles (III): Regulación de la temperatura
  4. Biología de los reptiles (IV): Piel, escamas y coloración
  5. Biología de los reptiles (V): Esqueleto, órganos de los sentidos y otros detalles anatómicos
  6. Biología de los reptiles (VI): Reproducción
  7. Biología de los reptiles (VII): La locomoción y sus adaptaciones
  8. Biología de los reptiles (VIII): Locomoción en el medio hipogeo
  9. Biología de los reptiles (IX): Locomoción en el medio arbóreo
  10. Biología de los reptiles (X): Locomoción en el medio acuático
  11. Biología de los reptiles (XI): Alimentación
  12. Biología de los reptiles (XII): Serpientes venenosas
  13. Biología de los reptiles (XIII): Depredadores de reptiles
  14. Biología de los reptiles (XIV): Estrategias defensivas

Este artículo fue actualizado el 26/01/2024

Adrián López Galera

Adrián López Galera

Grado en Biología. Máster en Estudios Lingüísticos, Literarios y Culturales. Amplia experiencia en Derechos Animales, Escritura Creativa y Administración de sistemas informáticos.