descripción

Salamanquesa común (Tarentola mauritanica)

Salamanquesa común (Tarentola mauritanica)
Salamanquesa común (Tarentola mauritanica).

Descripción del adulto de la salamanquesa común

La salamanquesa común (Tarentola mauritanica) es un gecónido robusto que puede llegar alcanzar una longitud total aproximada de 19 cm, de los que la mitad corresponden a la cola, si bien habitualmente se observan ejemplares inferiores a los 15 cm; longitud cabeza-cuerpo de hasta 85-90 mm. Cabeza y tronco deprimidos dorsoventralmente. Cabeza voluminosa y bien diferenciada del tronco, cubierta de escamas poligonales cuyo número oscila entre 13 y 17 en el espacio interorbital. Orificio nasal sin contacto con la placa rostral.

Parte central del tronco particularmente aplanada. Patas relativamente cortas y robustas; dedos marcadamente dilatados en su extremo. Las laminillas subdigitales (generalmente 12) son enteras y sólo los dedos tercero y cuarto presentan uñas bien desarrolladas. El cuerpo está recubierto de escamas pequeñas y, sobre el dorso, aparecen de 10 a 14 hileras longitudinales de tubérculos prominentes que dotan al animal de un aspecto espinoso o rugoso. Escamas ventrales lisas y hexagonales. La cola en regeneración se presenta lisa y sin tubérculos.

Coloración dorsal marrón, grisácea o blanquecina, de intensidad variable según la actividad, la hora del día o la localización; normalmente son muy oscuros a pleno sol y más claros por la noche. A veces presentan bandas transversales oscuras. Vientre blanco o amarillento. Iris de color gris.

Dimorfismo sexual

Los ejemplares de ambos sexos son prácticamente idénticos, si bien los machos alcanzan mayor talle y robustez que las hembras; en éstas, las uñas de los dedos primero, segundo y quinto son retráctiles.

Descripción del juvenil de la salamanquesa común

Coloración dorsal más pálida con las bandas transversales más contrastadas. Los recién nacidos miden de 40 a 58 mm de longitud total (normalmente, 20-25 de longitud cabeza-cuerpo).

Distribución

La salamanquesa común se distribuye por todo el entorno circunmediterráneo occidental; península ibérica, Francia, Italia y parte del litoral balcánico por el norte, y desde Marruecos hasta Libia por el sur. Existen localizaciones dispersas en el Mediterráneo oriental y ha sido introducida en diversos puntos de Norteamérica, Suramérica y África. En la Península ocupa toda la franja litoral entre el sur de Portugal y el sur de Francia; hacia el interior, las poblaciones son paulatinamente más localizadas y dispersas, y con frecuencia están ligadas a asentamientos humanos. Se halla también en Baleares y en numerosos islotes próximos a la costa.

Variaciones geográficas

No se han descrito.

Especies similares

Coexiste con frecuencia con la salamanquesa rosada, de la que se distingue, además de por su mayor talla y aspecto más robusto, porque en aquélla las laminillas subdigitales están subdivididas (enteras en la salamanquesa común) y existen uñas desarrolladas en todos los dedos (patentes sólo en los dedos tercero y cuarto en el caso de la salamanquesa común).

Hábitat

Su hábitat se sitúa con preferencia en zonas costeras, bajas, secas y cálidas; pero puede penetrar hacia el interior hasta latitudes moderadas. Se encuentra a menudo en paredes de piedra seca, minas, pedreras, afloramientos rocosos y edificaciones, y también en troncos de árboles y montones de madera y corcho. Si bien parece originalmente una especie lapidícola y, en áreas no explotadas, vive en zonas rocosas, es una forma enormemente antrópica que se ha instalado predominantemente cerca del hombre; así, se encuentra en áreas agrícolas, márgenes de cultivos, edificaciones rurales y áreas urbanas, incluidas grandes ciudades donde su presencia se ha visto favorecida por la introducción intencionada de ejemplares en viviendas. Aunque se ha citado por encima de 1.200 m, dado su carácter termomediterráneo no acostumbra a superar altitudes por encima de los 800 m y es más rara a partir de los 400 m.

Biología de la salamanquesa común

Sus cualidades trepadoras se imponen en la ocupación de paredes y otras estructuras verticales. En condicionales naturales puede desarrollar actividad diurna pero es básicamente crepuscular y nocturna sobre todo en su contacto con el hombre, lo que la ha llevado a especializarse en la captura de insectos en torno a puntos artificiales de iluminación. Precisa, no obstante, asolearse en horas diurnas, incluso si se alimenta al atardecer o durante la noche. En zonas especialmente calidad puede permanecer activa la práctica totalidad del año (entre enero y noviembre); en Baleares, pese a que puede mostrar actividad algunos días de invierno, se han reconocido hibernaciones gregarias desde octubre a marzo.

La reproducción ocurre en primavera y verano, y las primeras cópulas se observan en marzo; en el momento de la cópula, el macho suele sujetar con su boca a la hembra por el vientre. Durante el celo emiten voces ligadas al comportamiento territorial. Hay dos puestas, una en abril y otra en junio, cada una compuesta de uno o dos huevos ovales, de alrededor de 9,5 a 11,5 mm de longitud por 12 a 15 mm de anchura, blancos y de envoltura calcárea. La incubación, que se lleva a cabo en el interior de la grietas, puede durar, en enclaves cálidos, de 4 a 12 días, mientras que en lugares fríos puede demorarse hasta los nueve meses. La longevidad máxima de la especie en cautividad parecer estar en torno a los 8 años.

Es un animal casi exclusivamente insectívoro que caza al acecho, con frecuencia al anochecer y en torno a una fuente de luz. Su dieta varía según zonas y épocas; así, en Baleares, durante la primavera consume preferentemente lepidópteros; mas también coleópteros y aracneidos. Parece que entre los ejemplares que habitan en islas son más comunes las presas terrestres, debido quizá a menor riesgo de depredación en el suelo para las salamanquesas. Hacia el otoño, su dieta se basa en orugas de lepidópteros.

En el levante se ha apreciado una alimentación más variada, a base de himenópteros, arácnidos y coleópteros y otros grupos de artrópodos. No obstante y de forma ocasional se han advertido ejemplares adultos depredando lacértidos juveniles (lagartija ibérica, lagartija balear), juveniles de salamanquesa rosada e incluso de su misma especie.

Tiene un larga lista de depredadores entre los que se cuentan gatos domésticos (en entornos urbanos), numerosos ofidios con los que puede convivir, el lagarto ocelado, diversos grupos de aves (cernícalos, lechuza común) y algunos mamíferos (comadreja, erizo moruno, lirón careto, rata gris). Emiten suaves voces de alarma cuando se sienten amenazadas (por ejemplo, al ser manipuladas) y sufren autotomía caudal con extrema facilidad.

Estado de sus poblaciones

La salamanquesa común es una especie frecuente y de amplia distribución que no se considera amenazada.

Referencias

Franco y Fernández (1978), Gil et al. (1994), Joger (1984), López-Jurado (1982), Martínez-Rica (1974-1997), Pérez-Mellado (1994), Salvador (1998).

Adaptación de la obra ANFIBIOS Y REPTILES DE LA PENÍNSULA IBÉRICA, BALEARES Y CANARIAS. Guía ilustrada para identificar y conocer todas las especies. Autores: Luis Javier Barbadillo, José Ignacio Lacomba, Valentín Pérez-Mellado, Vicente Sancho, Luis Felipe López-Jurado.


 

Pulse para ver imágenes de ampliación (Tarentola mauritanica)

Este artículo fue actualizado el 26/01/2024

Adrián López Galera

Adrián López Galera

Grado en Biología. Máster en Estudios Lingüísticos, Literarios y Culturales. Amplia experiencia en Derechos Animales, Escritura Creativa y Administración de sistemas informáticos.