Lagarto gigante de El Hierro (Gallotia simonyi)

Lagarto gigante de El Hierro (Gallotia simonyi).

Descripción del adulto del lagarto gigante de El Hierro

El lagarto gigante de El Hierro (Gallotia simonyi) presenta un aspecto robusto, con miembros fuertes y cortos y una cabeza mazuda y roma. Las placas masetéricas y timpánicas están bien diferenciadas; tienen entre 18 y 20 series de escamas ventrales longitudinales, entre 85 y 100 escamas en una línea transversal en el centro del cuerpo y el collar no aserrado constituido por entre 9 y 14 escamas. Partes superiores de tonos oscuros a negros, con ocelos amarillos o blanquecino-amarillentos más o menos patentes en los costados. Las regiones inferiores son blanquecinas o pardo-amarillentas.

Se trata, pues, de una especie de gran tamaño que, en teoría, podría superar longitudes cabeza-cuerpo de 400 milímetros, como muestran los restos encontrados en diferentes yacimientos. Sin embargo, y a causa de diversas razones, entre las que se cuenta un aumento significativo de la mortalidad debido a motivos antrópicos, en la actualidad los individuos de mayor tamaño que viven en libertad apenas si alcanzan los 200 milímetros (algunos individuos más grandes mantenidos en cautividad superan los 240 milímetros).

Dimorfismo sexual

Los machos alcanzan tamaños mayores que las hembras, muestra la cabeza más grande y músculos masetéricos mucho más desarrollados.

Descripción del juvenil del lagarto gigante de El Hierro

Los recién nacidos pesan entre 6 y 9 gramos, tienen una longitud cabeza-cuerpo de 44 a 58 milímetros y una cola de 87 a 113 milímetros. Los juveniles exhiben dos líneas claras dorsolaterales y otras dos en los flancos, todas ellas orladas de escamas más oscuras que el fondo, que suele ser pardo claro.

Distribución

En la actualidad, el lagarto gigante de El Hierro parece estar restringido a un risco de difícil acceso en la isla de El Hierro (risco de Tibataje, Fuga de la Gorreta). A principios de siglo sobrevivía una población en el Roque Chico de El Salmor y, antes de la llegada del hombre al archipiélago canario, ocupaba la mayor parte de las islas de La Palma y El Hierro, por debajo de los 1.000 metros, como evidencia la presencia de numerosísimos restos óseos en yacimientos de esas islas.

Variaciones geográficas

Son varias las subespecies descritas hasta la fecha; pero algunas de ellas, tales como la nominal Gallotia simonyi simonyi (Roque de El Salmor) está actualmente extinguida. Es probable que la única población no extinta corresponda a la subespecie Gallotia simonyi machadoi, en la isla de El Hierro.

Especies similares

En El Hierro, Gallotia simonyi coincide con Gallotia caesaris, ambas especies resultan difíciles de confundir por la diferencia de tamaño y por desemejanzas singulares en algunos caracteres folidóticos y morfológicos. A los lagartos gigantes de Gran Canarias y de El Hierro se los ha considerado en ocasiones como pertenecientes a la misma especie; no obstante, sus evidentes distinciones mofológicas, unidas a importatísimas diferencias genéticas puestas de manifiesto mediante técnicas modernas de secuenciación de ADN, prueban que estas dos especies se sitúan bien diferenciadas.

Hábitat

En la actualidad, la población del lagarto gigante de El Hierro se encuentra localizada en un precipicio, lo que ha hecho pensar a diferentes autores que está adaptada a este tipo de hábitats. Sin embargo, la distribución y disposición de los abundantísimos restos fósiles en diversos puntos de ambas islas sugiere que en un pasado cubrían casi todos los hábitats por debajo de los 1.000 metros sobre el nivel del mar.

Biología del lagarto gigante de El Hierro

La actividad sexual suele comenzar en el mes de mayo; por entonces los machos adquieren sus libreas más vistosas, donde destacan los ocelos laterales con un llamativo amarrillo-limón, al tiempo que se aprecia un incremento de la agresividad entre los ejemplares del mismo sexo. Durante el cortejo, el macho se dirige hacia la hembra con la garganta hinchada mientras realiza movimientos verticales con la cabeza para, posteriormente, sujetarla mediante un mordisco en el cuello y consumar la cópula; a lo largo de todo este proceso, la hembra acostumbra a manifestarse muy agitada: responde a la vez con mordiscos y con movimientos corporales y cervicales bruscos y espasmódicos. Un mismo macho puedo copular en cada temporada con varias hembras y viceversa.

Desde la primera cópula hasta la puesta suelen transcurrir desde 20 a 30 días. Algunas hembras realizan incluso dos desoves por temporada. Las puestas incluyen de 5 a 13 huevos variables en tamaño (19 a 39 milímetros de longitud por 14,5 a 32 de anchura) que eclosionan tras 61-62 días de incubación a una temperatura de 28-29 ºC. La mayoría de las hembras alcanzan la madurez sexual a los tres años de edad aunque, excepcionalmente, pueden reproducirse a los dos años y con una longitud cabeza-cuerpo de tan sólo 105 milímetros; en otros casos, éstas no se reproducen hasta los cuatro años o más tarde. Si bien a día de hoy los ejemplares más longevos rara vez alcanzan los 15-17 años, se ha podido comprobar que los individuos fósiles de mayor envergadura superaban en ocasiones los 45 años.

Su alimentación es eminentemente herbívora y los individuos poseen por ello varias adaptaciones para optimizar la ingestión de este tipo de alimento. Por ejemplo, están dotados de un ciego rectal muy desarrollado donde se acumulan nematodos simbiontes, una glándula de la sal, una dentición compuesta por dientes tricúspides cortantes y un tamaño gigantesco que facilita y posibilita una buena digestión de la celulosa. A veces, también puede digerir materia animal, especialmente los juveniles, cuyo mayor aporte energético proceden de los insectos que consumen.

Aparte de sus depredadores naturales, similares a los de otras especies de lagartos presentes en El Hierro y Tenerife, hay que subrayar, por su influencia negativa, la existencia de gatos asilvestrados que, con relativa frecuencia, capturan ejemplares de esta especie.

Estado de sus poblaciones

Aunque se desconoce con exactitud el estado de la población tinerfeña, en la actualidad se sabe que el lagarto gigante de El Hierro apenas si cuenta con 200 individuos, de los que menos de la mitad se estiman como reproductores. Este bajísimo número pone de manifiesto un estado crítico de la especie, lo cual la sitúa entre las más actualmente amenazadas del mundo.

Referencias

Barbadillo (1997), Cejudo et al. (1997), García-Márquez et al. (1997), González et al. (1996), Machado (1985), Martínez-Rica (1982), Mateo y López-Jurado (1997), Orrit y López-Jurado (1997), Rodríguez (1997), Rodríguez-Domínguez y Molina-Borja (1998).

Adaptación de la obra ANFIBIOS Y REPTILES DE LA PENÍNSULA IBÉRICA, BALEARES Y CANARIAS. Guía ilustrada para identificar y conocer todas las especies. Autores: Luis Javier Barbadillo, José Ignacio Lacomba, Valentín Pérez-Mellado, Vicente Sancho, Luis Felipe López-Jurado.


 

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