Cocodrilo americano (Crocodylus acutus)
Descripción del cocodrilo americano
Los cocodrilos americanos están ampliamente distribuidos por el mundo. Abarcan ambas costas del continente americano, desde una población relíctica en el sur de Florida (EE. UU), la parte sur de México y América Central hasta la porción norte de Suramérica (Colombia, Perú, Venezuela). Habitan asimismo en la costa del Pacífico y las islas caribeñas de Cuba, Jamaica, Haití y República Dominicana. Un programa de gestión responsable en Cuba ha brindado un parapeto para esta especie; pues las densidades poblacionales se han ido reduciendo a lo largo de sus áreas de distribución como consecuencia del exterminio y aprovechamiento de tales zonas con fines humanos y contaminación de los cursos fluviales.
Estos cocodrilos habitan principalmente aguas salobres y pantanos de mangle; pero también se extienden muchos kilómetros tierra adentro en ríos costeros y lagos. Al igual que otras especies relativamente tolerantes a la salinidad, pueden recorrer distancias considerables por mar y a menudo se los localiza bastante alejados de la costa.
El cocodrilo americano alcanza una envergadura de hasta siete metros; si bien, son poco frecuentes los ejemplares con más de 4-5 m. Presenta un hocico relativamente estrecho y la extensión rostral más elongada de todos los crocodílidos propios de las regiones costeras del neotrópico del hemisferio Norte. Los neonatos miden entre 25 y 30 cm tras la eclosión y pesan en torno a 40-70 g.
En relación con la coloración, existe una enorme variación dentro del cocodrilo americano según tipo de hábitat en el que se encuentre; desde el verde grisáceo, verde oliva claro hasta un tono café por el dorso. Este patrón de escamación va oscureciéndose conforme envejece el individuo. Las regiones ventrales muestran, por lo general, un tono amarillento.
En la fotografía, un miembro de cocodrilo americano nada en La Manzanilla, México.
Sus osteodermos dorsales están dispuestos de forma más irregular y con menor tamaño, respecto a las otras 22 especies de crocodílidos vivientes. Por lo común, no exhiben más de cuatro escudos en cada una de las catorce a diecisiete filas de escudos precaudales continuos. Destacan por un grado de desarrollo único en la elevación preorbital media (EPM) para la extensión rostral de los adultos y subadultos. El diámetro y la forma de la EPM varía con la distribución geográfica de las poblaciones estudiadas y se ha asociado como una característica de dimorfismo sexual del estado adulto.
No obstante, estos rasgos expresados para Crocodylus acutus se asemejan a los de Crocodylus intermedius, su única diferencia observable radica en la ausencia de la EPM en esta última especie y un morro algo más aguzado.
Esta especie no suele nidificar; normalmente cavan un agujero en donde depositan sus huevos entre los meses de marzo y mayo (estación seca). Sin embargo, en Florida y partes de Cuba se observan pequeños montículos hechos a partir de turba y vegetación suelta. La existencia de tanto nidos bajo tierra como al descubierto quizás refleje un efecto de la hibridación. Se producen cruzamientos entre el cocodrilo americano y los cocodrilos cubanos (Crocodylus rhombifer) en libertad y cautividad que producen una descendencia fértil. El tamaño de la puesta oscila entre los 30 y 60 huevos.
En su dieta predomina el pescado; aunque ingieren una amplia variedad de presas. Las crías y los juveniles comienzan depredando insectos acuáticos, luego cangrejos, peces y, finalmente, vertebrados más grandes. Esta sucesión ontogenética en cuanto a capturas es típica de todos los cocodrilianos. Crocodylus acutus construye madrigueras en hábitats ribereños donde el sustrato le parece adecuado. Requieren estos habitáculos para resguardarse y protegerse ante distintas adversidades. A veces, sus guaridas se extienden varios metros y llegan a contener distintas cámaras.
Traducción y adaptación de la obra CROCODILES: INSIDE OUT. A Guide to the Crocodilians and Their Functional Morphology. Autores: K. C. Richardson, G. J. W. Webb y S. C. Manolis.