Lagartija italiana (Podarcis sicula)
Descripción del adulto de la lagartija italiana
La lagartija italiana es de tamaño mediano y suele alcanzar de 60 a 70 mm de longitud cabeza-cuerpo. Presenta una cabeza alta y un hocico puntiagudo. El dorso es generalmente verde intenso con grandes manchas negras irregulares que, con frecuencia, se alinean longitudinalmente. Los costados se muestran reticulados de verde y negro o bien con tintes más parduzcos. Por encima de las patas anteriores pueden aparecer pequeños ocelos de color azul. Las escamas dorsales aparecen lisas, salvo las situadas entre las dos patas posteriores, que son aquilladas. En algunos individuos, el diseño de manchas negras desaparece casi por completo en la mitad posterior del dorso, que se ve uniformemente verdosa. El área ventral y la garganta poseen tonalidades blancuzcas o crema y carecen, habitualmente, de manchas oscuras.
Dimorfismo sexual
Los machos suelen ser mayores, presentan tonos verdosos más intensos y la cabeza más robusta que las hembras.
Descripción de juvenil de la lagartija italiana
Los recién nacidos pesan alrededor de medio gramo, tienen una longitud cabeza-cuerpo media de unos 25 mm y una largura caudal comprendida usualmente entre 40 y 48 mm. El diseño y la coloración son similares a los de los individuos adultos, si bien el lomo y los costados exhiben tonalidades más apagadas y la cola es verdosa, claramente contrastada con el dorso.
Distribución
La lagartija italiana muestra una amplia distribución en la cuenca mediterránea, desde el extremo occidental de la Turquía asiática hasta Cerdeña. Por el norte, llega hasta la región de Chiaso, en Suiza. Se la ha introducido frecuentemente en numerosas regiones, entre las que se incluyen Gran Bretaña, Chipre, Israel, Libia, Túnez e incluso Estados Unidos. En España está presente en toda la isla de Menorca y en pequeñas poblaciones introducidas en la ciudad de Almería, costa vasca y costa de Cantabria (Santander, Oriñón y playa de Ris en Noja).
Variaciones geográficas
Tradicionalmente se ha considerado que la población menorquina de la lagartija italiana pertenece a una subespecie procedente de Cerdeña; aunque todavía está en investigación.
Especies similares
En Menorca, la lagartija italiana es la única presente en buena parte de la isla principal. Se distingue, además, por el llamativo reticulado dorsal de grandes manchas negras irregulares sobre fondo verde, en comparación con los diseños siempre más desvaídos de la lagartija balear o con el fino punteado negro encima de un fondo grisáceo o verde oliva muy pálido propio de la lagartija de Marruecos, también presente en Menorca. Esta última especie posee, asimismo, una ventana transparente en cada uno de los párpados móviles.
En Cantabria se diferencia de la lagartija roquera por la menor robustez de ésta, la cual, manifiesta una configuración claramente contrastado entre costados negruzcos y dorso grisáceo o verde pálido.
Por último, en Almería se separa de la lagartija ibérica por el menor tamaño corporal de ésta, su claro aplastamiento de la cabeza y la dominancia, en la misma, de los tonos pardos dorsales sin grandes manchas negras irregulares y con tintes verdosos, si los hubiera, únicamente estarían circunscritos a las bandas dorsolaterales. Además, en todas las zonas en donde habita es la única especie con escamas dorsales claramente aquilladas entre las patas posteriores.
Hábitat
En Menorca ocupa una amplia variedad de hábitats, desde el lindero del bosque mediterráneo de pino o encina hasta las zonas costeras rocosas. Su máxima abundancia parece localizarse en áreas litorales del sur de la isla. Se trata de una especie con carácter antropófilo; puesto que muchas veces se halla ligada a las paredes secas que roturan la totalidad de la isla.
En Cantabria y Almería se localiza anexa a las construcciones humanas y zonas ajardinadas, así como a los sistemas dunares costeros en el área de Noja.
Biología de la lagartija italiana
Puede permanecer activa durante todo el año. Adquiere temperaturas corporales entre los 28 y los 39 °C.
Las cópulas acontecen entre abril y junio en las poblaciones menorquinas; pero no se dispone de información sobre el tamaño de las puestas, la frecuencia de las mismas, el desarrollo de los huevos u otros detalles. La densidad de población es, en Menorca, notablemente más baja que la de la lagartija balear y en ningún caso llega a los 300 individuos por hectárea.
La dieta es básicamente insectívora, con predominio de escarabajos, arañas y cochinillas de humedad. La inclusión de elementos vegetales resulta esporádica.
En Menorca, sus enemigos principales son los gatos asilvestrados. De modo análogo, a menudo acaban capturados por la marta, la culebra de cogulla y el cernícalo vulgar.
Estado de sus poblaciones
Se desconoce el estado actual de conservación de las poblaciones de lagartija italiana introducidas en la Península. En Menorca, las amenazas destacadas son la destrucción de los hábitats naturales como consecuencia de la explotación turística y la extraordinaria proliferación de gatos asilvestrados y domésticos, los cuales ejercen una presión de depredación muy intensa.
Referencias
Esteban et al (1994), Henle (1984), Henle y Klaver (1986), Meijide (1981, 1985), Mellado y Olmedo (1992), Olmedo (1997), Olmedo y Mellado (1990), Pérez-Mellado (1998), Salazar (1998).
Adaptación de la obra ANFIBIOS Y REPTILES DE LA PENÍNSULA IBÉRICA, BALEARES Y CANARIAS. Guía ilustrada para identificar y conocer todas las especies. Autores: Luis Javier Barbadillo, José Ignacio Lacomba, Valentín Pérez-Mellado, Vicente Sancho, Luis Felipe López-Jurado.
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