Lagartija batueca (Iberolacerta martinezricai)
Descripción del adulto de la lagartija batueca
Lagartija robusta con la cabeza y el cuerpo moderadamente aplanados. Presenta el collar liso, su escama rostral no acostumbra a estar en contacto con la escama frontonasal y sus das placas masetéricas son más reducidas que en otras Iberolacerta de la meseta. Dorso casi siempre marrón, muy rara vez verdoso o grisáceo claro (aunque algunos individuos de gran tamaño son totalmente verdes). Los machos suelen tener un dibujo reticulado, no sólo en los flancos sino también en el dorso, diseño que los hace parecer muy similares a los machos de la lagartija roquera. La región del hombro presenta normalmente al menos un ocelo azul muy visible; en algunos machos viejos los ocelos se extienden por la parte baja del reticulado costal. Las hembras exteriorizan el dorso marrón, con dos hileras de manchas alineadas en el centro y una franja costal uniforme en cada flanco; también muestran muy a menudo un ocelo azul en la región axilar. Zona ventral blanca o ligeramente verdosa (especialmente hacia la garganta) en la mayoría de las hembras y juveniles; los adultos de mayor talla (los machos y algunas hembras) exhiben el vientre verde más o menos claro, mientras que en los machos juveniles la coloración ventral es blanquecina o sólo ligeramente verdosa. Una proporción elevada de machos (y esporádicamente alguna hembra) presenta la zona ventral de color azul pastel; pero curiosamente no se han observado coloraciones ventrales intermedias «verdeazuladas».
Dimorfismo sexual
No constatado.
Descripción de juvenil de la lagartija batueca
Las crías manifiestan un diseño similar a las hembras adultas; pero su cola es de color azul verdoso.
Distribución
Únicamente se ha encontrado en la peña de Francia, el valle de las Batuecas y zonas contiguas (monte de Hastiala, puerto del Portillo, sierra de las Mestas...). Todo ello está situado en el extremo sur de la provincia de Salamanca (si, como se supone, estuviese también en la vertiente sur de la sierra de las Mestas, entraría ya en la provincia de Cáceres) en una zona delimitada por la peña de Francia-Hastiala-Rongiero y por la peña Orconera. No obstante, se supone que también se encuentra más al oeste, hacia la sierra de Gata.
Variaciones geográficas
Aunque la variabilidad genética es prácticamente nula, dada la exigüidad de la población, se observan diferencias cromáticas en la extensión del pigmento oscuro.
Especies similares
La lagartija carpetana, que se encuentra en la cercana sierra de Miar (Iberolacera cyreni castiliana), aunque no dentro del Parque natural de las Batuecas y de la sierra de Francia, suele tener la escama rostral en contacto con la frontonasal y carece de ocelos azules en los hombros.
Hábitat
Se trata de una especie sólo parcialmente montana, a la que se le atribuían requerimientos muy similares a los de las lagartijas serrana y carpetana, pero que en realidad no lo son; puesto que no se considera de una especie «alpina» porque en su área geográfica no hay cumbres tan altas. Se encuentra en roquedales, pedregales y zonas de peñascos situadas entre bosques, principalmente a altitudes comprendidas entre 800 y 1.400 m, donde ocupa típicamente los pisos de vegetación mediterránea, tanto mesomediterránea (con encinares y alcornocales) como supramediterránea (con robledal de melojo), y llega a la de tipo oromediterráneo (con piornales de Cytisus balansae, pero ya sin árboles) solamente en la peña de Francia y el monte de Hastiala.
Biología de la lagartija batueca
Lagartija diurna, unimodal en primavera y probablemente bimodal en verano. En verano, parece que presenta una actividad máxima a primeras horas del día, luego prácticamente desaparece durante el mediodía para volver a salir par la tarde; mas con menor nivel de actividad. Se supone su territorialidad y defensa frente a otros machos. Apenas se conoce su fenología. Se han observado puestas desde filiales de junio hasta mediados de julio.
Estado de sus poblaciones
La lagartija batueca es rara, vulnerable y estrictamente protegida. Dado que no fue elevada al rango específico hasta 2004, no figura en el Libro Rojo; pero la UICN la estima en peligro crítico. Tiene, en efecto, un área de distribución que figura entre las más pequeñas de todos los lacértidos; ya que sólo se ha encontrado en una superficie de 12-15 km2 de hábitat discontinuo. Además, sus muy reducidas poblaciones están en retroceso y viven en zonas de clima extremo, por lo que son probablemente muy sensibles a los cambios de las condiciones microtérmicas de su hábitat.
Adaptación de la obra ANFIBIOS Y REPTILES DE LA PENÍNSULA IBÉRICA, BALEARES Y CANARIAS. Colección Nuevas guías de campo. Ediciones Omega, Barcelona. 2011. Autores: Masó A. & M. Pijoan.
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