Atrocidades rutinarias: Desviación peneana en bóvidos

Desviación penena en bóvidos

La «preparación» de los toros receladores

En la fotografía superior se observa el desarrollo de una intervención quirúrgica denominada «desviación peneana» en bóvidos. Habitualmente se ejerce una desviación ventral del pene con epididectomía y corte del ligamento dorsal para asegurar que el macho sea incapaz de penetrar a la hembra. Aunque ya se trata de una técnica en mayor desuso, todavía se practica a lo largo del mundo.

¿Por qué se realiza esta intervención?

He aquí los detalles:

El celo de las vacas dura poco tiempo y acontece en los días cortos del año. Para que el ganadero pueda «descubrir» cuáles vacas están preparadas para una fecundación artificial emplean a los llamados «toros receladores».

Se trata de machos a los cuales no les interesa que se apareen por motivos fenotípicos; pero que no pueden castrar porque así perderían su utilidad. Así pues les desvían el pene mediante un procedimiento como el de la imagen y le colocan un chimbón (un casco con tinta en el hocico) para que éste marque a las hembras en celo.

La operación presenta graves riesgos asociados a la región corporal y a los sedantes empleados. Puede causarles dolor abdominal, retención de orina y, básicamente, un montón de efectos secundarios por la explotación humana. El estrés de no poder aparear produce secuelas psicológicas y comportamientos anómalos como intentar la cópula en diagonal, lo que se conoce como postura del «caballo del ajedrez».

Mi objetivo en esta entrada no reside en gritar «¡no al maltrato animal!»; sino de exponer la realidad que padecen los animales no humanos para concluir que ninguna forma de explotación animal es no sólo desagradable; sino horrendamente injusta. Pues no hay una manera correcta de decidir que un animal no humano sea un esclavo y sirva para detectar el celo de las hembras de su especie. Éstas y otras acciones se escudan en un «bienestar animal» inexistente, el cual se limita a no causarles un dolor más allá del que el humano estime conveniente. Dado que a los humanos sus vidas les importa un bledo, el «bienestar» es un fraude tanto ético como práctico.

Para ser justos debemos rechazar toda forma de explotación animal del mismo modo en que todos nos oponemos a la explotación humana. No hay punto medio, la justicia debe ser radical. Ese es el significado del veganismo.

Esta información puede obtenerse mediante múltiples fuentes. Se encuentra tanto en manuales de veterinaria como en numerosas páginas y artículos especializados.

Referencias

https://www.medigraphic.com/pdfs/abanico/av-2015/av151d.pdf

https://dspace.ucuenca.edu.ec/bitstream/123456789/3068/1/mv183.pdf

https://repmoca.com/Servicios/cirugia-de-desviacion-de-pene.pdf

https://www.ccba.uady.mx/revistas/bioagro/V4N1/Articulo9.pdf